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VOLUNTARIO

VOLUNTARIO (RAE) “… persona que, entre varias obligadas por turno o designación a ejecutar algún trabajo o servicio, se presta a hacerlo por propia voluntad, sin esperar a que le toque su vez….,. También “…, dicho de un acto: que nace de la voluntad, y no por fuerza o necesidad extrañas a aquella…”. O “…, que se hace por espontánea voluntad y no por obligación o deber”.

Una vez realizado, con “aprovechamiento” eh?, el XXII Curso de Formación Básica para Voluntariado de Protección Civil, y recibida la pertinente credencial por parte de los responsables de la Escuela de Protección Civil de Castilla-La Mancha, así como la “oficial” bienvenida a mi agrupación de manos del concejal responsable del área, me apetece sentarme frente a mi ordenador y escribir unas líneas en las que dar a conocer, no solo mis personales sentimientos sobre mi pertenencia al voluntariado almanseño de Protección Civil, sino tratar de hacer una pequeña, pero sentida ponderación sobre lo que desde mi punto de vista significa prestarse a ser voluntario. Quizás esto que hoy escribo no fascine lo necesario, que por el contrario, sirva para menear alguna que otra conciencia, joven, mediana o jubilada, o incluso no descarto que hayan personas que, tras echárselas al coleto, piensen algo así como “…, ¿y a mí que me importa lo que decida hacer Luis Bonete con su vida?. A todos ellos, y sin resquemor alguno, van dedicadas estas letras.

Luis BONETE  Periodista. Copyright-2025

VOLUNTARIO (RAE) “… persona que, entre varias obligadas por turno o designación a ejecutar algún trabajo o servicio, se presta a hacerlo por propia voluntad, sin esperar a que le toque su vez….,. También “…, dicho de un acto: que nace de la voluntad, y no por fuerza o necesidad extrañas a aquella…”. O “…, que se hace por espontánea voluntad y no por obligación o deber”.

Una vez realizado, con “aprovechamiento” eh?, el XXII Curso de Formación Básica para Voluntariado de Protección Civil, y recibida la pertinente credencial por parte de los responsables de la Escuela de Protección Civil de Castilla-La Mancha, así como la “oficial” bienvenida a mi agrupación de manos del concejal responsable del área, me apetece sentarme frente a mi ordenador y escribir unas líneas en las que dar a conocer, no solo mis personales sentimientos sobre mi pertenencia al voluntariado almanseño de Protección Civil, sino tratar de hacer una pequeña, pero sentida ponderación sobre lo que desde mi punto de vista significa prestarse a ser voluntario. Quizás esto que hoy escribo no fascine lo necesario, que por el contrario, sirva para menear alguna que otra conciencia, joven, mediana o jubilada, o incluso no descarto que hayan personas que, tras echárselas al coleto, piensen algo así como “…, ¿y a mí que me importa lo que decida hacer Luis Bonete con su vida?. A todos ellos, y sin resquemor alguno, van dedicadas estas letras.

Siempre me he sentido muy cerca de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Almansa (en adelante, y para ahorrar, y por aquello de la pronunciación, me referiré a la entidad con el particular acrónimo AVPA). Durante mi trayectoria de más de 30 años como periodista en activo, fueron innumerables las coberturas y colaboraciones realizadas entre un servidor y AVPA, todas ellas traducidas en publicaciones: efemérides, actos institucionales recepción de material, simulacros de rescates, fundación de la sección Lince, emergencias de cualquier pelaje como lluvia, inundaciones, viento, nieve, accidentes, incendios…, y siempre, siempre en todo momento, en cualquier circunstancia fui bien acogido y amparado, incluso protegido cuando fue necesario, digamos también, que hubo especiales momentos que guardo en mi memoria en los que me consideré y consideraron un voluntario más sin hacerlo sentir, generosamente. Siempre de la mano de los “jefes” Juan Miguel, Federico y ahora Ibán, y sin olvidar a un buen puñado de compañeros voluntarios, poco a poco, ya jubilado, con el apoyo de Carmen y como me va mucho la marcha, me llegó el convencimiento que debía pedir mi ingreso…, que me concedieron sin trabas, sin  problema alguno y desde hace año y medio. No me explayaré en mi trayectoria vital oficial en la AVPA sencillamente porque no la tengo, porque soy un puro novato, un recién llegado; no quiero aburrir ni personalizar, y porque con lo antes explicado considero que el posible lector ya se hace una idea sobre mi pertenencia a AVPA.

El trabajo de los voluntarios tiene un poder transformador que se extiende en dos direcciones: hacia las personas que reciben la ayuda y hacia los propios voluntarios. Nadie me puede hacer cambiar de idea que cuando alguien decide ofrecer su tiempo y esfuerzo para apoyar a quienes lo necesitan, no solo cambia la vida de quien recibe esa ayuda, sino que también genera un impacto profundo en la propia vida del voluntario.

Por un lado, quienes reciben la ayuda pueden ver transformada su situación de vida gracias al apoyo emocional, físico o material que se les brinda. Ya sea en un refugio, emergencias, una organización benéfica o una iniciativa comunitaria…, es indudable que, en líneas globales, los voluntarios suelen ser el lazo de conexión que ofrece esperanza, solidaridad y una sensación de que no están solos. Este tipo de apoyo puede mejorar la situación general de los beneficiados, proporcionarles herramientas para superar momentos difíciles o incluso abrir puertas a nuevas oportunidades.

Una vez llegados hasta aquí, es importante resaltar, lo sé por propia experiencia, que los voluntarios experimentamos una profunda satisfacción al poder contribuir a mejorar la vida de otros. A menudo, nos sentimos motivados por un propósito mayor, que nos permite trascender las preocupaciones cotidianas y conectarnos con lo que realmente importa. El trabajo voluntario también nos brinda la oportunidad de aprender nuevas habilidades, desarrollar empatía, ampliar la perspectiva sobre el mundo y crear conexiones humanas valiosas. Es incuestionable, y esto que afirmo lo he comprobado en la AVPA, que muchos voluntarios (ojalá y a mí me ocurra más pronto que tarde) demuestran con sus actos un crecimiento personal significativo, tanto en términos de autoconocimiento como en su capacidad para relacionarse con los demás. La conclusión en última instancia, es la demostración que el trabajo voluntario no solo cambia a las personas que reciben la ayuda, sino que también transforma a quienes decidimos ser parte activa de la solución, haciéndonos más conscientes, compasivos y comprometidos con nuestro entorno.

Concluyo este trabajo con una breve reflexión sobre lo que significa, desde mi punto de vista, ser voluntario de Protección Civil. La satisfacción que experimenta quien forma parte de Protección Civil, coincide con la generalidad de los argumentos esgrimidos en la primera parte de mi escrito, y surge principalmente de la capacidad de ayudar de manera tangible en momentos críticos. Ya sea durante una catástrofe natural, un accidente o una emergencia de salud pública, los voluntarios y profesionales de esta institución tenemos el poder de marcar la diferencia, a menudo salvando vidas (hace bien poco hubo un ejemplo tangible en la Subida a la Casa Alfonso) o minimizando daños. El trabajo no solo es esencial en términos materiales, sino que también tiene un valor emocional profundo, ya que quienes formamos parte de Protección Civil sabemos, nos preparamos, para que nuestra presencia en momentos de crisis sea vital de cara a restaurar la calma y dar esperanza a los afectados.

Más allá de los eventos de emergencia, pertenecer a Protección Civil también significa pertenecer a una red de solidaridad, cooperación y apoyo mutuo. La colaboración con otros miembros del equipo, las organizaciones y la comunidad en general genera un sentido de unidad que alimenta el espíritu de servicio. La formación continua y el trabajo en equipo fortalecen tanto las habilidades profesionales como las relaciones humanas, creando un ambiente en el que los valores de la solidaridad y la empatía se convierten en la base de todo lo que hacemos, pese a que en muchas ocasiones somos muy incomprendidos…, allá cada cual con sus historias, porque nosotros nunca cejaremos en nuestra responsabilidad.

Finalizo: La gratitud generalizada que recibimos los voluntarios de Protección Civil, la sensación de hacer el bien por el bien mismo y el conocimiento de que, en situaciones límite, uno puede ser un pilar de apoyo, son nuestras mejores recompensas, unas preseas  que van más allá de cualquier otro reconocimiento.

En resumen, la satisfacción que en estos momentos experimento de pertenecer a Protección Civil es un reflejo de cómo, en la medida de lo posible y según capacidades,  el servicio desinteresado y la dedicación hacia los demás no solo transforma la vida de quienes reciben ayuda, sino que también enriquecen a quienes eligen formar parte de esta noble labor. Es un camino de crecimiento personal y colectivo, que, sin duda, deja huella en el corazón y la vida de quienes lo transitan. Si sientes la llamada…, te recibiremos con los brazos abiertos.

OMNIA VINCIT LABOR

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LA SANTA COMPAÑA

«…, tristeza y desolación, aderezadas ambas con una buena dosis de conformismo y acatamiento, se dibujan en los rostros de dos de los nueve empleados de las gasolineras Cepsa (Rosales y la ubicada junto al puente de Carlos IV) en el crítico momento en el que con resignación se dedican a empaquetar con cuidado todos los artículos existentes en la tienda, trabajadores que, algunos con casi tres decenios de servicios sin tacha, próximamente engrosarán las listas de desempleo. La tercera gasolinera en discordia, la situada en la salida hacia Levante, de momento, parece que no cierra al estar en manos de un particular. “Cerramos el día nueve de febrero, Luis” -me dicen-. Y con gesto resignado y ante mi sorpresa añaden: “…, una empresa de marca “blanca”, una low cost, (otra más, y ya van tres)  dedicada a los hidrocarburos ha comprado el negocio y cierra la tienda”. Todavía sin reponerme de la sorpresa les pregunto por su futuro laboral y responden: “…, nadie esperaba esto, no hemos hecho otra cosa en nuestra vida que trabajar aquí, el horizonte de brega lo tenemos muy negro, muy complicado, no tenemos salida, y con la llegada de la nueva empresa, no nos queda otra que caminar derechos al paro; no nos dan garantías, absolutamente ninguna, somos mercancía, mercadería prescindible” –subrayan-.

Luis BONETE. Periodista. Copyright-2025

Tristeza y desolación, aderezadas ambas con una buena dosis de conformismo y acatamiento, se dibujan en los rostros de dos de los nueve empleados de las gasolineras Cepsa (Rosales y la ubicada junto al puente de Carlos IV) en el crítico momento en el que con resignación se dedican a empaquetar con cuidado todos los artículos existentes en la tienda, trabajadores que, algunos con casi tres decenios de servicios sin tacha, próximamente engrosarán las listas de desempleo. La tercera gasolinera en discordia, la situada en la salida hacia Levante, de momento, parece que no cierra al estar en manos de un particular. “Cerramos el día nueve de febrero, Luis” -me dicen-. Y con gesto resignado y ante mi sorpresa añaden: “…, una empresa de marca “blanca”, una low cost, (otra más, y ya van tres)  dedicada a los hidrocarburos ha comprado el negocio y cierra la tienda”. Todavía sin reponerme de la sorpresa les pregunto por su futuro laboral y responden: “…, nadie esperaba esto, no hemos hecho otra cosa en nuestra vida que trabajar aquí, el horizonte de brega lo tenemos muy negro, muy complicado, no tenemos salida, y con la llegada de la nueva empresa, no nos queda otra que caminar derechos al paro; no nos dan garantías, absolutamente ninguna, somos mercancía, mercadería prescindible” –subrayan-.

A este relato de derrumbe personal y frustración, se le unen, de diversas formas y por motivos diferentes la ya más que constatada desaparición de pequeños negocios, tiendas familiares y empresas emblemáticas que están en la mente de todos. Asistimos incomprensiblemente resignados, a un imparable funeral económico local, que tal y como si estuviésemos refiriéndonos a la Santa Compaña, estaría formado por las tristes y fenecidas ánimas que un día florecieron y otorgaron recursos, movimiento, felicidad, y vida a una ciudad, Almansa, que día a día se desmadeja ante la vista de todos, y que más pronto que tarde y si algo o alguien no lo remedia, es más que evidente que se convertirá en solar habitado por gente mayor, con los próximas generaciones de jóvenes entretenidas y enganchadas a Tic-Toc o Instagram, mientras sueñan con el momento que les llegue el ansiado turno de tomar las de Villadiego en busca de un futuro social y laboral que aquí, en Almansa, le es imposible alcanzar.

Cito: a las gasolineras Cepsa que de modo inminente pasarán a manos de quien sabe quien, causando estragos en el personal que hasta ahora en ellas trabajaba, se suman y/o sumarán al funeral (por motivos distintos) y según se comenta por los barrios del pueblo, las ferreterías locales, empresas de restauración como Los Cuchillos y Cristal y Barro (El Bodegón, ya pasó a mejor vida hace rato), y la bomba de estos días ha sido conocer que, uno de los referentes de la restauración almanseña, El Rincón de Pedro (magnífico restaurante), cierra en la ciudad y traslada su admirable y excelente cocina a un terreno en el extrarradio poligonal. Si a este tenebroso panorama, aderezado con ausencia de trenes de cercanías, sin cines, y con las emisoras de radio mudas,  le sumamos la permanente crisis zapatera que conlleva el cierre imparable de empresas y la desaparición casi por completo del sector manufacturero que tanto relumbrón otorgó a esta Leal Villa, …, y el hecho de que la “jaula de oro sin pájaro” (Antonio López, dixit) en que se ha convertido un Hospital General líder en listas de espera, huérfano de servicios  y especialistas, que nos trae con fuerza inusitada, de nuevo a la realidad del famoso y manido dicho de que “…, en Almansa no pasa nada y si pasa, a Albacete”, ante esta perspectiva, y la constatación de que al equipo de Gobierno solo le preocupan sus nóminas mensuales, apaga y vámonos, y de paso encomendémonos a nuestra querida Patrona porque cualquier cosa, menos buena, podrá ser posible en los tiempos venideros a corto y medio plazo.

Pero lo peor de todo es que ante semejante y siniestro panorama, se nos llena la boca de intenciones que nadie va a cumplir, se trabaja con retales y campañas que, aunque paridas con buenas intenciones, todo el mundo sabe que no sirven para nada. Dicen: “…, hay que apoyar al comercio local” pero la realidad es muy tozuda porque las grandes cadenas de retail y franquicias globales, que operan con economías de escala y pueden ofrecer precios más bajos, han absorbido una parte considerable de la demanda que antes cubrían los pequeños comercios locales. Los jóvenes, antaño felices herederos de las economías paternas, no quieren ni oír hablar de seguir el rastro de sus ancestros porque ven la miseria que les viene encima. Este fenómeno es aún más pronunciado en las ciudades como Almansa, donde los consumidores a menudo prefieren la comodidad de los centros comerciales y grandes tiendas. Y si lo que algún ingenuo espera o cree es que la clase política gobernante actual o futura ponga freno a esta realidad, va de culo y cuesta abajo. Con más del cincuenta por ciento del Presupuesto General anual comprometido en el pago de los salarios del funcionariado que habita la Casa Grande, el gasto corriente y el pago de la agobiante deuda municipal, las inversiones serán ninguna y ni estos, ni los políticos que pudieran venir en el futuro sacarán a Almansa de un derrumbe forzoso.

Es evidente, lo saben hasta los nenes de teta, que el auge de las compras en línea, y las plataformas de entrega a domicilio, sobre todo en los jóvenes, han modificado su comportamiento de compra. Las tiendas físicas locales han sufrido una disminución enorme en el número de visitantes, y los pequeños negocios no disponen de los recursos para competir con la inmediatez y la conveniencia del comercio electrónico. La inflación, el aumento de los precios y las tarifas de alquiler han incrementado los costos operativos de los pequeños comercios y bares. Mientras que las grandes cadenas pueden absorber estos aumentos con mayor facilidad, las pequeñas empresas tradicionales luchan por mantenerse a flote con márgenes de ganancia mucho más ajustadas.

Resalta en Almansa la falta de apoyo financiero y políticas públicas orientadas a reflotar una situación que nos afecta de manera imparable. Todos conocemos que muchos propietarios de pequeños comercios y bares no reciben el apoyo necesario para hacer frente a estos desafíos. Las ayudas del Estado, que llegan con cuentagotas, no son suficientes o no arriban de manera oportuna. Además, y para más inri, por lo general las políticas locales favorecen más a los grandes negocios que a los pequeños empresarios, dificultando la supervivencia del comercio independiente.

Otro elemento a tener en cuenta que causa  un impacto significativo en la economía local y, por ende, en los negocios es la galopante crisis de mano de obra: en Almansa, la escasez de trabajadores cualificados, especialmente en el sector zapatero, ha aumentado, con el agravante de la dependencia histórica de una industria en declive, una situación a la que se suma la creciente demanda de mejores condiciones laborales, de este modo todo ello conspira para que los pequeños negocios enfrenten dificultades para operar de manera eficiente. Y también, por qué no, señalar que numerosos negocios no han logrado adaptarse a las nuevas tendencias tecnológicas y de mercado, lo que los ha dejado obsoletos. La falta de inversión en marketing digital, e-commerce y experiencia del cliente también contribuye a su declive.

En este desolador pero auténtico panorama, destaca también el envejecimiento de la población autóctona y la migración de los jóvenes almanseños a las grandes urbes en busca de mejores oportunidades laborales; la ausencia de este nicho de personas, en Almansa, ha reducido la demanda de ciertos productos y servicios, afectando principalmente a los pequeños comercios y bares que no pueden adaptarse rápidamente a nuevas tendencias de consumo. Todo ello sin olvidar la odiada, por el gremio mercantil local, competencia de negocios informales como los vendedores ambulantes que  afectan a los comercios establecidos, y que deben cumplir con regulaciones y pagar impuestos, dificultando aún más su capacidad para competir en precios. Todas estas causas se combinan para crear un entorno local desafiante, un futuro oscuro para los pequeños comercios y bares en Almansa, de cierres en estos sectores.

Lector, posiblemente me taches de alarmista o quizás no, pero piensa detenidamente que cera, lo que se dice cera, no hay más que la que arde, y que la conclusión a la que se puede llegar en estos momentos de crisis económica es que la pérdida de negocios en Almansa es un fenómeno multifacético que requiere, sí o sí, soluciones integrales. No existe una varita mágica, no obstante para intentar revertir esta tendencia, es necesario combinar políticas públicas que fomenten el desarrollo económico local, la innovación empresarial y la revitalización urbana, junto con un esfuerzo por parte de los negocios para adaptarse a las nuevas realidades del mercado.

Aviso a navegantes; o aquellos que pueden olvidan los inútiles parches publicitarios y entran a saco en el problema, o la Santa Compaña, inmisericorde, ávida siempre, dejará las campiñas gallegas y anidará en el Mugrón, para desde allí y de forma impune, bajar a la ciudad y fortalecer sus filas con las ánimas económicas almanseñas rendidas por el desaliento.

ALEA JACTA EST

 

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Diez años sin Jesús del Calvario en Almansa (XV)

De lo acontecido durante el verano de 2010

«La decisión de asumir el mando de los hombres de trono de la cofradía de Medinaceli, fue estrictamente personal. Sim embargo, y es condición humana, las decisiones que tomamos en la vida, así lo creo, están sujetas a las vicisitudes y coyunturas que rodean el momento, no solo personal, sino colectivo. Es decir, ¿qué circunstancias rodeaban el ambiente cofrade y en especial a los hombres de trono, para decidir sobre la propuesta de Luis Bonete y decir “si quiero”...?

Javier MACIÁ. Copyright-2025

La decisión de asumir el mando de los hombres de trono de la cofradía de Medinaceli, fue estrictamente personal. Sim embargo, y es condición humana, las decisiones que tomamos en la vida, así lo creo, están sujetas a las vicisitudes y coyunturas que rodean el momento, no solo personal, sino colectivo. Es decir, ¿qué circunstancias rodeaban el ambiente cofrade y en especial a los hombres de trono, para decidir sobre la propuesta de Luis Bonete y decir “si quiero”?

La cuadrilla de costaleros de Medinaceli, tenía la costumbre de reunirse para almorzar, tras el esfuerzo de la estación penitencial del Viernes Santo. Los incidentes acaecidos durante la procesión de este año 2010, y que suscitaron la polémica en las tripas de la Junta de Gobierno, se trasladó de forma inmediata al almuerzo de hermanos y costaleros. Así que pocas horas después de celebrar la procesión, ya el aire rezumaba olores de dimisión del capataz Ricardo o de cese, por parte de la Junta. Como esto era un anticipo de las consecuencias, se decretó oficiosamente esperar la resolución del problema. Fue en este almuerzo, tras aparcar la polémica principal y disfrutando del vino y la comida, cuando surge oficialmente por primera vez, intentar realizar un homenaje al Cristo de la Buena Muerte de Belén, pero queda en eso, en una idea.

Corriendo en la mitad del verano – no recuerdo exactamente las fechas – habiendo comunicado ya por mi parte a la Hermandad del Calvario de la situación, habiendo disfrutado de la experiencia gaditana y habiendo tenido la entrevista con el hermano Mayor de Medinaceli, me convocan a una reunión de urgencia con todos mis hermanos costaleros, en la sede de la comparsa Zegríes, y en la que como intervinientes principales actúan, tanto Ricardo, capataz de la primera y Jesús Yáñez, capataz del Calvario.

En toda lógica, esto me situaba como opositor fáctico, pero no oficial, a cualquier propuesta que ambos capataces hubieran preparado, por lo que en  la brisa controvertida, se podía adivinar que yo, Javier Maciá, sería nombrado capataz y que claramente los tintes de la traición me cubrían despiadadamente.

Como así ocurrió, y disfrazado en la polémica de los costes de las famosas papeletas de sitio – los motivos del cese de Ricardo Milán eran otros, que no conviene recordar – la situación tras haberse tensionado se dilucida, en una confrontación dispar de pareceres, que terminan con el anuncio directo por mi parte a los dos capataces de que confirmaría a Luis Bonete mi decisión de aceptar el cargo.

Esta posición incómoda, me da impulso, me revitaliza y allí mismo solicito a los hombres de trono que decidan si me apoyan, y obtengo la mayoría suficiente para afrontar el reto, no sin perder hombres y de calidad, más afines a Ricardo Milán.

Termina la reunión, me subo al coche e inicio mi viaje a Minglanilla, ciudad en la que residía por motivos laborales. No han transcurrido ni treinta minutos y recibo la llamada de Luis Bonete para felicitarme. ¿Cómo? ¿Qué? Pero si no he tenido tiempo de asumir la decisión que he tomado. Alea jacta est.

Semanas después, y quizás, esta oficiosidad de los acontecimientos, fue la causa de que la Junta se viera aliviada, y que Bonete refrendó con su anticipado anuncio en la prensa escrita.

Primero la Junta de Gobierno, aprueba mi candidatura, y después se somete en asamblea general para su ratificación. Todo un éxito. Todo un reto, Todo un problema, y que como bien saben las mentes despiertas, nunca vienen solos.

Comenzaba así una carrera casi contrarreloj. Había que afianzar la posición de los costaleros que me habían refrendado en la reunión de Zegríes. Pero apenas eran una veintena, por lo que era necesario buscar hombres de trono incluso debajo de las piedras, en lo más recóndito, no ya de la fe, sino de la amistad y el favor que otorga.

Es en este momento cuando los lazos con Manolo López Cuenca se fortalecen y lo propongo para segundo capataz, a mis ordenes, del paso de Medinaceli y el Cristo de la Buena Muerte.

Manuel, impetuoso, decidido, voluntarioso, apuesta por mis ideas y por las suyas. De él partió la iniciativa durante el almuerzo del Viernes Santo de fomentar el culto a la imagen de Belén, y quizás vio en mi pasado legionario, mi capacidad y mi implicación en el orden jerárquico de la Interparroquial y las cofradías, una razón para potenciar su presencia y actuación.

Era más que necesario encontrar hombres para cargar el trono de Medinaceli. Necesitaba al menos treinta y seis costaleros. Su peso y envergadura, requerían ese recuento de hombros y pies, no menos. El listón de Ricardo Milán estaba muy alto, en lo máximo. Con decisión, y tras ser ya oficialmente el nuevo encargado de las imágenes para procesionar, solicito a la Junta de Gobierno, listados, números de teléfono, contactos. Me apoyo en mi condición de costalero del Calvario y solicito igualmente su colaboración. Algunos hombres buenos, responden afirmativamente. En definitiva, emprendemos una tarea de publicidad y captación en busca de los cuarenta magníficos.

Quizás ya entrado el otoño y encarando la llegada del invierno, fue cuando empiezo a anticipar que, si bien podíamos conseguir piernas de sobra para la procesión del Miércoles Santo del año 2011, no estaba nada claro que se pudiera obtener el apoyo de costaleros para la del Viernes Santo. Es en estos momentos cuando la Junta de Gobierno, y en especial Luis Bonete, me encargan la tarea de solucionar el problema, a toda costa. No se podía permitir que una procesión recién implantada, se dirigiese al fracaso más estrepitoso por falta de almas cristinas dispuestas a cargar, en sacrifico, con la imagen del Cristo de la Buena Muerte.

Y es aquí también cuando todo mi esfuerzo se centraría en un proyecto que marcaría la diferencia con el resto de procesiones. Diseñar fabricar y poner en acción, el nuevo paso que albergaria la imagen y saldría a las calles almanseñas para gloria y alabanza del Cristo de la Buena Muerte.

 

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CABALGATA DE REYES MAGOS 2025, SUCESO DESNATURALIZADO

“…, ya vienen los Reyes por las Fuentecicas, y le traen al Niño higos y pasicas, ya vienen los Reyes por el Montizón, y le traen al Niño higos y turrón…” (villancico costumbrista almanseño).

Antes de entrar en materia y en el objetivo de este trabajo, debo de recordar a quien esto lea que al referirnos a la Cabalgata de los Reyes Magos lo hacemos a una tradición que trasciende lo meramente festivo, que fusiona elementos espirituales, culturales y filosóficos, y que han perdurado a lo largo de los siglos. Su relevancia no solo radica en su capacidad para encantar a niños y adultos con su espectáculo de luces, alegría y música, sino en la profundidad simbólica que encierra y su potencial para transmitir valores universales en un mundo en constante transformación, y que en el caso que nos ocupa, en la ciudad de Almansa, el equipo social-comunista que ostenta el poder municipal, se ha empeñado en desnaturalizar a la vez que ponen lo mejor de ellos en facilitar el olvido de la tradición y de paso dogmatizar y secularizar, no solamente a los niños, sino al pueblo en general, una tarea que, a mi juicio, por mucho empeño que pongan no podrán conseguir.

Luis BONETE. Periodista Copyright-2024

Antes de entrar en materia y en el objetivo de este trabajo, debo de recordar a quien esto lea que al referirnos a la Cabalgata de los Reyes Magos lo hacemos a una tradición que trasciende lo meramente festivo, que fusiona elementos espirituales, culturales y filosóficos, y que han perdurado a lo largo de los siglos. Su relevancia no solo radica en su capacidad para encantar a niños y adultos con su espectáculo de luces, alegría y música, sino en la profundidad simbólica que encierra y su potencial para transmitir valores universales en un mundo en constante transformación, y que en el caso que nos ocupa, en la ciudad de Almansa, el equipo social-comunista que ostenta el poder municipal, se ha empeñado en desnaturalizar a la vez que ponen lo mejor de ellos en facilitar el olvido de la tradición y de paso dogmatizar y secularizar, no solamente a los niños, sino al pueblo en general, una tarea que, a mi juicio, por mucho empeño que pongan no podrán conseguir.

Quienes ya peinamos alguna que otra cana (o muchas) hemos comprobado que la Cabalgata de Reyes Magos 2025, organizada por el equipo de Gobierno que lidera la socialista Pilar Callado, decidió apostar por convertir un acto (la Cabalgata) que bebe en las fuentes bíblicas del evangelista Mateo, y que a día de hoy se interpreta como una alegoría de la búsqueda humana de sentido, una peregrinación hacia la verdad, y la belleza y el amor, en un magno y espectacular desfile festivo, lúdico, laico y podado de cualquier sentido religioso, promoviendo exclusivamente valores lícitos como la generosidad y la solidaridad, encarnados en la entrega de caramelos y regalos.

Llegados a este punto es relevante destacar, y por ello quiero recordar al gobierno social-comunista que rige los destinos de Almansa, algunos aspectos que bien han olvidado o han obviado adrede: la Cabalgata de los Reyes Magos es un acto rico en simbolismos que de forma clamorosa brillaron por su ausencia en la Cabalgata de Almansa celebrada en la tarde-noche del cinco de enero de 2025:

  • La  Estrella representa la búsqueda de un propósito superior y la guía espiritual que orienta a la humanidad en momentos de incertidumbre.
  • Los Reyes Magos, provenientes de distintas tierras, simbolizan la universalidad del mensaje cristiano, mostrando que el bien supremo trasciende fronteras, culturas y creencias.
  • La entrega al Niño Jesús de los presentes (oro, incienso y mirra) tienen, a mi juicio y al de la mayoría, un significado metafórico: el oro como símbolo de realeza, el incienso como señal de divinidad y la mirra como premonición del sacrificio humano.
  • Aunque enmarcada en un contexto cristiano, el mensaje de la Cabalgata trasciende religiones (algo que este equipo de Gobierno no sabe discernir o no quiere, o no le interesa), y que invita a cada persona a reflexionar sobre su propósito y su lugar en el mundo.

En un planeta globalizado y marcado por divisiones, la Cabalgata mantiene su vigencia al recordar la necesidad de la unión y el entendimiento entre culturas. Los Reyes Magos, al proceder de diferentes regiones del mundo, simbolizan la riqueza de la diversidad y la capacidad humana de colaborar en la búsqueda de un bien común, por esta razón el equipo de Gobierno social-comunista almanseño tiene la obligación fundamental de garantizar que esta tradición sea representativa de todas las personas, de todos los almanseños sin distinción, evitando estereotipos y exclusiones culturales y religiosas, tal y como ha sucedido en la Cabalgata de 2025.

Es evidente que la Cabalgata de los Reyes Magos tiene un potencial transformador en el siglo XXI. Quienes ostentan la responsabilidad de su organización deben de convertirla no en un vehículo de exclusión de creencias religiosas (tal y como sucedió en Almansa), sino en una herramienta para la educación, manteniendo firmemente la tradición heredada de nuestros antepasados y poner todo su empeño en enseñar a las nuevas generaciones la importancia de los valores humanos. También puede ser aprovechado como instrumento de cohesión, con el fin de recordar a todos que, a pesar de nuestras diferencias, compartimos una misma búsqueda de significado y trascendencia.

En la Cabalgata del día cinco de 2025, se hizo patente, a mi juicio, la animadversión y ojeriza con la que el actual equipo de Gobierno social-comunista entiende la visita de los Reyes Magos a Almansa, y obvian sin pudor alguno que este acto conmemora la visita de los Reyes Magos a Jesús-Niño, y que su adoración simboliza la revelación de la divinidad de Jesucristo a todas las naciones, no solo a los judíos, ya que parce ser que soslayan que los Magos eran considerados representantes incluso de los pueblos paganos. Este evento más conocido como la Epifanía, significa la manifestación de Dios a la humanidad, y por esa razón y no otra, de forma descarada fulminaron, sin motivo alguno más que su dogmática y absurda ideología laica, todo el sentido auténtico que posee la Cabalgata de los Reyes Magos.

Finalizo mi pregón, haciendo un llamamiento a la cordura y la reflexión de nuestros gobernantes actuales de cara a la organización de próximas ediciones (y ello a pesar de que no soy para nada optimista). Señores socialistas, señores comunistas, la historia de los Reyes Magos nos invita, a todos, incluso a ustedes, a reflexionar sobre la importancia de reconocer y honrar a Jesucristo como el Rey de reyes y Señor de señores, cuyo nacimiento marcó el inicio de la redención para la humanidad.

ITE, MISSA EST

 

 

 

 

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LA PLAGA DE LA PROCESIONARIA DEL PINO INVADE LA SIERRA DE ALMANSA

«A simple vista, cientos de bolsas de larvas de la oruga de la especie Thaumetopoea pityocampa, la conocida como procesionaria del pino (serán ya miles en el conjunto de la extensión de la serranía local) han infectado el monte pinar almanseño desde el pasado mes de octubre y hasta el momento actual. En España está considerado como el insecto defoliador (que provoca la caída artificial de las hojas de los árboles) más importante de los pinares. Si el departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Almansa no hace nada, o no adopta medidas, es más que previsible que la plaga avance sin control y nos encontremos con un problema de envergadura. La Guardia Civil avisó ya en su momento con un mensaje a nivel nacional: «Ya está apareciendo la procesionaria del pino. En los seres humanos pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta. Y si un perro lame una oruga o sufre una picadura tendrá graves heridas o incluso puede morir». Las consecuencias en los pinos pueden ser peores: la total desfoliación, e incluso la muerte del árbol…».

Luis BONETE. Copyright-2024

A simple vista, cientos de bolsas de larvas de la oruga de la especie Thaumetopoea pityocampa, la conocida como procesionaria del pino (serán ya miles en el conjunto de la extensión de la serranía local) han infectado el monte pinar almanseño desde el pasado mes de octubre y hasta el momento actual.  En España está considerado como el insecto defoliador (que provoca la caída artificial de las hojas de los árboles) más importante de los pinares. Si el departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Almansa no hace nada, o no adopta medidas, es más que previsible que la plaga avance sin control y nos encontremos con un problema de envergadura. La Guardia Civil avisó ya en su momento con un mensaje a nivel nacional: «Ya está apareciendo la procesionaria del pino. En los seres humanos pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta. Y si un perro lame una oruga o sufre una picadura tendrá graves heridas o incluso puede morir«. Las consecuencias en los pinos pueden ser peores: la total desfoliación, e incluso la muerte del árbol.

Según datos del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), la plataforma Alerta Forestal recoge cientos de fotografías de bosques afectados por la procesionaria en nuestro país. Esto permite que los ecólogos del equipo puedan sacar las primeras conclusiones sobre la gran afectación de la procesionaria en nuestros los bosques durante los últimos años.

El coordinador científico de Alerta Forestal en el CREAF, Jordi Vayreda, compartía su preocupación por el hecho de que la procesionaria no suele afectar a los mismos pinares un año tras otro. En estas condiciones los árboles fuertemente afectados no tienen tiempo de recuperarse, se van debilitando y pueden acabar muriendo”.

La procesionaria del pino es un lepidóptero perteneciente a la familia Thaumetopoeidae, un insecto que abunda en bosques de pinos de Europa, Asia y el norte de África, aunque también ha sido introducida en algunas zonas de América del Sur. En España está considerada como el insecto defoliador (que provoca la caída artificial de las hojas de los árboles) más importante de los pinares, y aunque puede alimentarse de todas las especies de los géneros PinusCedrus y Abies, prefieren los pinos como el pino laricio (Pinu nigra).

Plaga forestal o riesgo para la salud pública

Las orugas (larvas) están cubiertas de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire, por lo que pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta en los seres humanos, así como intensas reacciones alérgicas. La sustancia que le confiere esta capacidad urticante es una toxina termolábil denominada Thaumatopina.

Aun cuando las poblaciones de Thaumetopoea pityocampa alcanzan niveles muy elevados y son capaces de defoliar los árboles de forma intensa, sus riesgos como plaga forestal suelen reducirse a aminorar el crecimiento de los pinos. En aquellos lugares con un fuerte estrés hídrico, estas defoliaciones pueden ser muy poco relevantes, teniendo en cuenta el nivel de crecimiento impuesto por el clima. En los años en los que las poblaciones son elevadas, las defoliaciones pueden afectar a la totalidad de la masa foliar, aunque el árbol no llega a morir. Sin embargo, sí constituyen un peligro si la procesionaria afecta año tras año a los mismos árboles.

Además de su impacto en los bosques, la procesionaria suele ser tenida en cuenta como un problema de salud pública porque representa un peligro para niños y animales que se encuentren en zonas donde habitan las orugas.

Para los niños, el riesgo de entrar en contacto con las esporas de la oruga puede traducirse en sufrir una urticaria, pero en los perros puede llegar a ser algo mortal en caso de inflamar las vías respiratorias.

¿Cómo se controla la procesionaria?

Para controlar de forma artificial las poblaciones de esta especie se utilizan medios físicos, químicos y biológicos, como las trampas de feromonas para capturar a los machos adultos, que reducen las posibilidades de reproducción y por tanto las poblaciones. Los medios físicos pasan por la eliminación de los bolsones: cuando las orugas están dentro, estos se cortan, apilan e incineran.

A día de hoy, el método que siguen muchos Ayuntamientos (esperemos que el de Almansa tome nota) consiste en una inyección que se aplica directamente en el tronco del pino y que permite la administración de dicha solución por vía intravascular, consiguiendo así que la plaga que está intentando alimentarse del pino se vea afectada por ese producto.

La lucha química consiste en la fumigación con insecticidas que durante los primeros estadios de desarrollo de las larvas. Hasta el año 2012, se utilizaban también medios aéreos hasta que fueron prohibidos por la Unión Europea en el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios.

Sin embargo, el mejor método de control para la procesionaria del pino sería el propio equilibrio de la naturaleza, si esta no se viera alterada, ya que cuenta con numerosos depredadores como pájaros, hormigas rojas, avispas o murciélagos. También destaca la eficacia de unos hongos del suelo, que rompen el ciclo biológico de esta especie: se trata de los hongos Cordyceps, cuyas esporas quedan atrapadas entre los pelos de las orugas en su descenso a tierra en primavera.

El soterramiento de estas y la humedad de la tierra favorecen la germinación de los hongos sobre la crisálida, matando a la mariposa que se desarrolla en su interior. Según indica el CREAF, es también recomendable como parte del plan de reforestación, no repoblar con especies de pinos sensibles a esta plaga, como son el pino laricio o los pinos exóticos.

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