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ANTONOV An-2, el avión que puede «volar» hacia atrás

_DSC0021A principios de abril Corea del Norte reveló un nuevo plan de camuflaje para unos de sus aviones militares más importantes: el biplano soviético Antonov An-2.

Pero en 2015 estos aviones parecen más bien salidos de una película de Indiana Jones que de la primera línea militar de un país en alerta fronteriza.

Sin embargo, este modelo soviético de aspecto arcaico, que voló por primera vez en 1947, tras la Segunda Guerra Mundial, tiene habilidades únicas.

Quizás por ello se fabricaron miles de estas aeronaves y se exportaron a todo el mundo, y ahora, tras décadas de producción, siguen en funcionamiento.

Además de su notablemente corto despegue y aterrizaje, el An-2 tiene una capacidad que parece imposible: puede planear como un helicóptero e incluso volar hacia atrás.

Diseñado a medida

El AN-2 fue diseñado para satisfacer las necesidades del ministerio soviético de los Bosques, tanto para rociar las cosechas como para transporte.

Su diseñador, Oleg Antonov, creó un gran biplano, de un sólo motor, con una cabina cerrada que podría transportar a 12 pasajeros o una tonelada de mercancía.

Como el AN-2 tendría que operar desde terrenos irregulares, en medio de zonas salvajes escasamente pobladas, se diseñó de una manera simple y resistente, para que pudiera despegar y aterrizar en espacios muy pequeños.

Así crearon una aeronave mucho más fácil de mantener que los helicópteros, que son mecánicamente más complejos.

Se construyeron más de 19.000 en la Unión Soviética y después en Polonia, hasta 1991, y miles más en China bajo licencia.

Incómodo y ruidoso, pero único

«La razón por la que el An-2 todavía se usa en aviación es porque realmente no hay otro avión como él», dice el escritor sobre temas de aviación Bernie Leighton, que viajó en un An-2 en Bielorusia.

Avión biplano soviético An-2, diseñado por Antonov
Image captionEste modelo soviético de aspecto arcaico, que voló por primera vez en 1947, tiene habilidades únicas.

«Si necesitas un avión que pueda transportar a 10 soldados, personas o cabras y que pueda despegar y aterrizar en cualquier parte, es o eso o un helicóptero», comentó.

«Pero volar en un An-2 no se parece en nada a hacerlo en cualquier aeronave moderna».

Leighton cuenta que se nota cualquier imperfección del terreno y que es muy ruidoso, sobre todo para una aeronave de un sólo motor.

«Pero hay que recordar que este avión no se construyó para la comodidad de los pasajeros», dice Leighton.

¿Y el secreto de ir hacia atrás?

Los dos conjuntos de alas del An-2 generan mucha sustentación, lo que permite el despegue en una distancia muy corta.

De hecho la velocidad mínima de vuelo de este biplano es notablemente baja: un piloto puede volar con un control total a sólo 40 km/h.

Por comparación, el motor de un un Cessna medio no puede volar a menos de 80 km/h.

Por eso los An-2 son particularmente populares en las escuelas de parapente y paracaidismo.

Esta capacidad también significa que este avión puede planear como un helicóptero, un truco que les encanta hacer a los pilotos de los An-2 durante las exhibiciones de vuelo.

Para lograrlo, el piloto vuela hacia un viento en contra, y si la corriente es lo suficientemente fuerte, esta maniobra puede hacer que el avión vuele lentamente hacia atrás, mientras el piloto permanece en control.

Vea el truco mediante una demostración del videojuego ARMA 2: Operation Arrowhead

Un diseño impresionante

La clave de la capacidad del An-2 para planear, e incluso para volar hacia atrás, está en las «superficies de control» que tiene en las alas.

Avión biplano soviético An-2, diseñado por Antonov
Image captionSi tiene un viento lo suficientemente fuerte, de 15 o 20 nudos, el An-2 puede planear como un helicóptero.

En la parte de delante hay unos paneles aerodinámicos flexibles, llamados en inglés leading edge slats, que se despliegan sobre todo en el momento de aterrizaje, ya que incrementan la resistencia al viento y disminuyen la velocidad de la aeronave.

Otros paneles similares situados en la parte de atrás de las alas se utilizan también para disminuir la velocidad pero además aumentan la sustentabilidad del avión, al modificar la forma del ala.

En el modelo del An-2 esos paneles son tan largos como la parte de atrás de las alas de abajo, y también en las de arriba.

Esto genera mucha sustentabilidad a una velocidad ridículamente baja.

«Si tienes un viento lo suficientemente fuerte, digamos que de 15 o 20 nudos, puedes planear como un helicóptero», dice Bill Leary, gerente de vuelo del club británico UK An-2.

Leary lleva 14 años pilotando un An-2 húngaro y describe la experiencia como algo «muy físico».

«Necesitas los músculos de un herrero».

El An-2 es un avión que «quiere» volar y hace falta muy poco esfuerzo para moverlo hacia arriba, decribe.

Pero después necesitas muchísimo esfuero físico para hacerlo girar.

El An-2 no tiene computadoras que muevan las superficies, como un moderno Boeing o Airbus, y ni siquiera dispone de dirección hidráulica, que facilita el movimiento.

«Todo depende de cables, barras y fuerza humana».

Si el An-2 hubiera sido diseñado y contruido desde el otro lado del muro de Berlín, su diseño duradero y resistente podría haberlo convertido en un avión mucho más famoso de lo que es hoy en día.

No es una aeronave cómoda, pero es extremadamente segura.

Y, sobre todo, este humilde aparato volador tiene la capacidad brillante de volar hacia atrás, que lo sitúa en una liga aparte.

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Traslado seguro del avión Antonov AN-2

Luis BONETE/ ALMANSA La Tribuna de Albacete

_DSC9961Voluntarios de Protección Civil de Almansa, procedieron ayer al traslado a un anclaje seguro del biplano Antonov AN-2 que se encontraba empotrado contra una acequia de la finca Dos Torres, obstruyendo un camino como consecuencia de haber sido arrastrado por el viento hace un mes desde un cercano aeródromo donde estaba aparcado. Durante todo este tiempo, la aeronave ha sido objeto de todo tipo de vandalismo y robo de la mayoría de sus instrumentos de navegación por personas desconocidas. / luis bonete

ANTONOV AN-2

El Antonov An-2 (en ruso: Ан-2, designación USAF/DoD: Tipo 22,2 designación OTAN: Colt3 ) también llamado Annushka es un biplano monomotor extremadamente robusto. Su primer vuelo tuvo lugar el 31 de agosto de 1947 siendo el primer avión diseñado por Antonov. Es utilizado como transporte ligero con capacidad para 12 pasajeros, paracaídismo y trabajo agrícola. Sus extraordinarias capacidades para volar a baja velocidad y realizar despegues y aterrizajes en cortas distancias (STOL) lo hacen un perfecto aparato para vuelos a lugares con pistas improvisadas. También han sido creadas variantes para climas fríos y otras condiciones extremas. Es también el mayor biplano monomotor jamás construido y los 67 años de producción ininterrumpida lo convierten en uno de los aviones más antiguos aún en uso.

Historia

El An-2 es el biplano monomotor más grande jamás construido y ha sido producido en grandes cantidades siendo construidos 5.000 hasta 1960 en la URSS. A partir de ese año la mayoría de los An-2 han sido construidos en la fábrica polaca WSK-P2L Mielec, con más de 13.000 aparatos construidos hasta el fin de la producción del An-2 en 1991. Una producción limitada para partes de recambio y cobertura de mantenimiento continua. El An-2 es también construido bajo licencia en China con el nombre de Shijiazhuang Y-5 (Avión de transporte Tipo 5) siendo el mayor biplano aún volando.

Diseño

El An-2 fue diseñado como un avión de usos diversos para uso del gobierno en agricultura y bosques. Sin embargo es altamente adaptable y numerosas variantes han sido creadas incluyendo versiones científicas para estudios atmosféricos, aviones cisterna para lucha contra incendios forestales, ambulancias volantes, hidroplanos, una versión de combate ligeramente armada para el lanzamiento de paracaidistas y la versión más común, el An-2T, con capacidad para 12 pasajeros. Todas las versiones salvo el An-3 están dotadas de un motor radial Shvetsov ASh-62IR de 1000 CV de potencia y 9 cilindros el cual fue originalmente diseñado a partir del Wright R-1820.

Usos y características

Biplano An-2 particular en la exhibición aérea de Miramar.

El An-2 tiene características que lo hacen adecuado para operaciones en áreas remotas con pistas de aterrizaje improvisadas.

  • Tiene un sistema de frenado neumático (similar al que usan los camiones) permitiéndole detenerse en distancias cortas.
  • Tiene un sistema hinchado/desinflado de las ruedas mediante un compresor que le permite ajustar la presión de los neumáticos y absorber los baches sin necesidad de sistemas especiales.
  • Las baterías son grandes y fáciles de acceder no necesitando una fuente de alimentación externa para proporcionar eléctricidad.
  • El avión tiene incorporada su propia bomba de combustible permitiéndole repostar directamente de bidones sin necesidad de bombas externas para su repostaje.
  • Tiene un mínimo de sistemas complejos. El sistema extensible en las alas que permite al avión volar a baja velocidad es totalmente automático, siendo cerrado por el flujo de aire sobre las alas. Una vez que la velocidad del aire baja de 64 km/h (40 mph) los slats se extienden forzados por unos muelles elásticos de goma.
  • Carrera de despegue: 170 m. Carrera de aterrizaje: 215 m (Estos pueden variar dependiendo del peso)

Antonov_An-2_SP-AIN_(8440879513)En el manual de pilotaje puede leerse una interesante nota: «Si el motor se para en vuelo instrumental (vuelo a ciegas donde no se puede ver tierra) o durante vuelo nocturno, el piloto deberá tirar totalmente de la palanca de mando hacia popa y mantener el nivel de alas. Los slats se desplegaran a la velocidad de 64 km/h (40 mph), y cuando el avión reduzca su velocidad a 40 km/h (25 mph) este descenderá a una velocidad similar a la de un descenso en paracaídas hasta que toque tierra.»

Especificaciones (An-2P)

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Características generales

Rendimiento

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Fractura total en Podemos Madrid tras la dimisión de 9 ‘errejonistas’

Justifican su decisión en «la deriva» de la dirección regional en los últimos meses y «los últimos acontecimientos», entre ellos la renuncia del secretario de organización

  • ÁLVARO CARVAJAL
  • Madrid
  • ROBERTO BÉCARES
  • Madrid

14575468724049La lucha por el poder entre las «familias» de Íñigo Errejón y Pablo Iglesias ha terminado por romper Podemos en la Comunidad de Madrid. El enfrentamiento de los últimos días se ha recrudecido hoy con la dimisión de nueve miembros ‘errejonistas’ del Consejo Ciudadano, que dan un fuerte portazo contra Luis Alegre, hombre fuerte de Iglesias, por la «deriva» de la organización.

Los nueve miembros de la dirección madrileña dimitidos son Pablo Padilla, Clara Serra, Jazmín Beriak, Sarah Bienzobas, Loreto Arenillas, Olga Abasolo, Cristina Castillo, César Mendoza y Leticia Sánchez. Todos ellos han firmado un comunicado conjunto anunciando su renuncia.

La dimisión de todas estas personas próximas al ‘número dos’ del partido se produce apenas dos días después de la marcha del que fuera secretario de Organización madrileño, Emilio Delgado, que despachó durísimas críticas contra Alegre en una carta de despedida, que provocó un «gran malestar» en el sector próximo a Iglesias, que lo vio como una «deslealtad» y que quería que también renunciara a su acta de diputado en la Asamblea de Madrid. No obstante, Errejón salió al paso paradefenderle y rechazar que tuviera que dejar de ser diputado regional.

En una misiva firmada por los nueve dirigentes, cuatro de ellos diputados en la Asamblea de Madrid, lamentan «profundamente tomar la decisión más amarga de los últimos tiempos». «La mayoría de nosotros llevamos implicados en Podemos desde los comienzos, seguimos comprometidos con los principios, valores, y la acción política de un proyecto que se ha consolidado como la mejor herramienta para la gente para recuperar las instituciones y cambiar el país».

Aun así, los nuevos miembros que han presentado su renuncia argumentan su decisión por «la deriva de este órgano y la precipitación de los últimos acontecimientos».«Consideramos que nuestra tarea aquí ha llegado a su fin», señalan.

Los nueve partidarios de Errejón niegan que su renuncia suponga una división en la formación morada: «Algunos utilizarán este acto y nuestras palabras para hablar de división en Podemos, pero lo único cierto es que somos una organización democrática y plural donde toda discrepancia es pública y totalmente normal». En ese sentido, añaden que sus «diferencias» con la dirección política regional «no tienen relación ninguna con supuestas divisiones ficticias de dimensión estatal».

Con las nuevas dimisiones, el Consejo Ciudadano Autonómico se queda en 23 miembros (22 consejeros y el secretario general), una cifra que, según los reglamentos de Podemos, no obliga a la dirección nacional a establecer una gestora en el partido en Madrid, que sí se implantaría si el número de miembros bajara a 18.

En Twitter, Pablo Padilla ha negado que detrás de su dimisión y la de sus compañeros «haya un supuesto conflicto estatal». «Es algo interesado, es falso», ha asegurado el diputado.

La fractura interna en la Comunidad de Madrid ha puesto en evidencia el pulso de poder entre las corrientes de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón por el control de las distintas responsabilidades en Podemos. Esta misma tarde, sin embargo, el propio secretario de Política de Podemos ha querido dejar claro su respaldo total al líder de la formación, asegurando que «está hombro con hombro» con él.

Las nuevas dimisiones ponen en una difícil situación a Luis Alegre, fundador del partido y una de las personas de máxima confianza del líder de Podemos, cuya intención es seguir adelante pese a que Delgado arremetió contra la «parálisis» a la que había llevado al partido, una críticas repetidas hoy en los nueve miembros que han dimitido.

En un comunicado, el Consejo Ciudadano de Podemos Madrid respeta las dimisiones pero lamenta que se produzcan «antes de de la realización del debate político y organizativo que se aprobó en el último Consejo Ciudadano».

«La crítica y el debate son siempre bienvenidos en Podemos para lograr construir una organización fuerte a la altura de lo que la ciudadanía nos demanda», precisa en la nota la formación morada, donde deja claro que el Consejo de Coordinación «no va a favorecer la distracción de atención de las necesarias negociaciones y debates sobre la conformación de Gobierno de cambio a nivel estatal».

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La facción cerril del PP

casimiro-garcia-abadillo--644x500Las reuniones secretas dan mucho juego. No hay nada más morboso que una «reunión secreta» entre dos políticos de distinto signo, y no digamos ya si se trata de personas tan alejadas y de mundos tan opuestos como Oriol Junqueras y Luis de Guindos, la Generalitat y el Gobierno de España.

El líder del PP de Cataluña, Xavier García Albiol no tardó ayer en salir a la palestra para denunciar el encuentro que mantuvieron el consejero de Economía y Hacienda del gobierno catalán y el titular de Economía del gobierno central… en un lugar tan poco discreto para una cita secreta como la sala de autoridades del Aeropuerto de Barcelona.

El encuentro, que estaba en la agenda de los dos políticos, no tiene nada de extraordinario. Junqueras telefoneó a Guindos y le pidió una entrevista para tratar de la difícil situación financiera por la que atraviesa la Generalitat.

La agencia de evaluación de riesgos Standard & Poor’s había informado a la Generalitat de su intención de rebajar aún más la calificación de su deuda, que ya fue situada en el nivel de «bono basura» (BB-) el pasado mes de octubre. El gobierno catalán está pagando muy cara su aventura independentista y cada vez tiene más difícil encontrar financiación, al margen de la que recibe del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), es decir, del Estado español.

Al mismo tiempo, los bancos están apretando el dogal a la Generalitat, que sufre para devolver su elevada deuda.

En definitiva, se trataba de una llamada de auxilio. Guindos estuvo reunido con Junqueras durante 40 minutos y se comprometió a ayudar a la Generalitat a salvar el match ball frente a Standard & Poor’s. Eso significa que el departamento de Economía y Hacienda catalán ha ganado 15 días para renegociar su deuda a corto plazo con los bancos y, de esa forma, poder ofrecer, si logra un acuerdo, una cara más presentable frente a la agencia de calificación y quedarse en el escalón de «bono basura» sin caer al abismo.

García Albiol acusó ayer al ministro de haber «caído en la trampa» de la Generalitat. Probablemente sin saber que Guindos acudió a la cita con el visto bueno del presidente del Gobierno.

El líder del PP catalán no ha entendido que Cataluña sigue siendo España, una parte importante de España, y que todo lo que le atañe acaba, finalmente, afectando al Estado español.

Si Cataluña empeora su calificación de deuda eso no es bueno para España. Y por ello, el ministro de Economía no sólo puede, sino que está obligado a hacer todo lo posible para que eso no suceda.

El Gobierno tiene que impedir que se incumpla la ley y llevar al Tribunal Constitucional todo aquello que considere que vulnera nuestra Ley Fundamental (por ejemplo, las llamadas «normas de desenganche»). Pero eso es una cosa y otra muy distinta desatender las obligaciones que se tienen con la estabilidad financiera del gobierno autonómico.

La batalla contra el independentismo no se gana desde la obcecación, sino desde la racionalidad. Y en el PP hay un sector que todavía no ha entendido que la Generalitat forma parte del Estado y que el catalán es una de las lenguas oficiales del Estado español. Por ello, algunos diputados populares abuchearon a Albert Rivera cuando habló en catalán durante unos segundos en el debate de investidura.

Son precisamente los miembros de esa facción cerril los mejores aliados del independentismo.

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La hora de Cifuentes

Tras el accidente que la llevó a la UCI, Cristina Cifuentes dice que se toma la vida «como un regalo».

¿Es un regalo envenenado ser la encargada de limpiar el PP de Madrid? Ella no lo cree.

Hablamos con la presidenta de su nueva misión y aspiraciones

Sergio Enriquez-Nistal. 02/03/2016. Madrid. Madrid. Cristina Cifuentes. NO UTILIZAR SIN CONSULTAR A CRONICA

Sergio Enriquez-Nistal. 02/03/2016. Madrid. Madrid. Cristina Cifuentes.

Cristina Cifuentes (51 años) sube con tacones los 71 escalones de una escalera de caracol para llegar a su cita con Crónica. El lugar elegido es la torre del reloj de la sede de la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol. Luce una coqueta chaqueta amarilla, alejada del look provocador de la reina de las doce uvas, Cristina Pedroche. Porque la campanada este año la ha dado Cifuentes. Al menos en Génova 13.

Las agujas marcan la una menos diez. «Su hora en el PP le ha llegado con algo de retraso, ¿no cree?» -le preguntamos. «En la vida las cosas llegan cuando llegan. Ahora tengo la oportunidad de hacer cosas en el PP de Madrid y en el Gobierno regional», afirma la popular mientras contempla la panorámica como si fuese una cámara GoPro. Tiene Madrid a sus pies. Hoy es el aniversario de una llamada que supuso el espaldarazo a su ascendente carrera. La de la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, ofreciéndole torear como primera espada en la difícil plaza de la Comunidad. La misma que le telefoneó semanas atrás para una faena aún más embarrada: resucitar al PP madrileño de sus cenizas púnicas.

«No voy a tener problemas en cortar cabezas a aquellos que sean corruptos en el partido», promete Cifuentes, quien durante estos años se ha desmarcado del argumentario del PP cuando creía que debía hacerlo. Toda una outsider. Un comportamiento que le granjeó años de soledad en su partido, de indiferencia, de vacío. De sentirse como una «apestada». Incluso cuando era delegada del Gobierno en Madrid.

-¿Qué ha cambiado para que ahora sea el ojito derecho de Mariano Rajoy?
-Ha habido algunas etapas en las que me convertí en invisible para mi partido. Pero uno en la vida tiene que reinventarse cuando tiene una dificultad. Mi situación actual es producto de mi trabajo -habla Cifuentes ya desde el sofá de piel de su despacho oficial. La mesa está presidida por una bandeja de cerámica y una docena de piedras del tamaño de una manzana. La obra no la compró en el Moma de Nueva York. Son los proyectiles que algunos manifestantes de la Marcha por la Dignidad lanzaron contra la Policía el 22 de marzo de 2014. Hay adoquines del Paseo de Recoletos, trozos de las mesas del Café Gijón…

Para Cifuentes, este último ha sido su mejor año en términos políticos. Por decisión de Rajoy, pasó de ser la aguerrida (y odiada por los más radicales) delegada del Gobierno a ser la reina de Madrid. No se habría imaginado algo así hace tres años. Cuando «lloraba» al ver cómo amenazaban a su hija o sufría escraches en la puerta de su casa. Ni hace dos años cuando estuvo al borde de la muerte tras un terrible accidente de moto. Aquel día se le apareció un ángel de la guarda.

¿Qué aprendió del «infierno» de la UCI?
Aprendí a sobrevivir y a perder el miedo a todo. Tal vez mi destino decía que tendría que haber muerto ahí. Por ello, me tomo la vida como un regalo.
Usted es agnóstica. ¿No pidió fuerzas a Dios cuando estaba acariciando la muerte?
No, pero agradezco mucho la cantidad de gente que me mandaba al hospital rosarios, estampitas y la cantidad de gente que rezó por mí. Eso nunca viene mal.
¿Ya no le gritan por la calle?
No. Ahora sólo recibo muestras de cariño. Los años en los que fui delegada del Gobierno fueron años de mucha conflictividad social. La semana pasada estuve media hora haciéndome selfies en los aledaños del Bernabéu tras el derbi. Y yo soy madridista, pero también se acercaban aficionados del Atleti.

Cifuentes agarra el mando y enciende un plasma de 47 pulgadas. Su semblante cambia. Acaba de ver a Pablo Iglesias fundiéndose en un beso con su compañero de bancada Xavier Domènech. Como si fuesen los comunistas Honecker y Breznev calentando la Guerra Fría. «Entre esto y lo del bebé de Bescansa, vaya, vaya. Es puro espectáculo para buscar la foto y para que en vez de hablar de lo que dijo de Otegi, se hable de eso», expresa.

¿No le pareció bien su excarcelación?
Las sentencias se tienen que cumplir y en este caso no lo discuto. Lo que no veo bien es que Pablo Iglesias diga que era un preso político cuando en España no hay. Es un señor que estaba en la cárcel por colaboración con ETA. Presos políticos hay en Venezuela, el sistema que defiende Pablo Iglesias.

Le toca el turno de réplica a Albert Rivera. Cifuentes no despega su penetrante mirada del televisor.

¿Qué le parece el listón que le ha puesto Ciudadanos a Pedro Sánchez a cambio de ser su muleta?
Me siento de manera parecida a cuando vi la negociación de Ciudadanos con Susana Díaz. Era prácticamente lo que tú quieras cuando tú quieras. En Madrid me costó muchísimo más trabajo.

Esta hija de militar también sigue el debate por Twitter. Ella no tiene trolls que contesten. Le gusta el trato directo. «Y que me miren a los ojos», nos dice. Su quiniela es que habrá nuevos comicios, aunque teme la llegada in extremis de un acuerdo entre el PSOE, Podemos y otras fuerzas nacionalistas. «Me resulta difícil creer que si pueden gobernar no lo hagan. Pero bueno, todo este debate es un teatrillo de Sánchez para consolidarse como el candidato del PSOE en unas eventuales elecciones», manifiesta.

¿Usted no se abstendría para evitar a Iglesias controlando el CNI?
No. Yo apoyaría un gobierno de coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos. Aguirre ya planteó abstenerse en el Ayuntamiento de Madrid y no le dio resultado

A Cifuentes es difícil sacarle un exabrupto sobre el líder socialista. Ni siquiera que es un «bluf», como dijo su ahora padrino Rajoy. Le profesa «respeto» y le tiene «cariño personal», aunque sí reconoce que ha antepuesto su «supervivencia política al interés de España». «Y eso no lo hace una persona que tiene sentido de Estado», sentencia Cifuentes, quien se niega a comparar al secretario general socialista con el maquiavélico Frank Underwood de la serie House of Cards. A pesar de que ambos comparten la «ambición» de tocar poder. «No quiero hacer spoiler, pero no veo a Sánchez tirando a nadie a las vías de un tren. Lo que no entiendo es cómo se empeña en ser presidente cuando no le han votado mayoritariamente ni en su circunscripción», sostiene.

Sí que lanza su artillería pesada contra los podemitas. Especialmente, cuando se le pregunta como personal docente (es funcionaria de la Universidad Complutense de Madrid) sobre qué enseñanzas les daría a Pablo Iglesias e Íñigo Errejón.

«Tienen que respetar más a los que piensan diferente y ser más humildes. Uno no está en posesión de la verdad absoluta», señala Cifuentes, que toma agua de una botella de plástico. Hace gala de su corporativismo regional al mostrar su etiqueta. Proviene del canal de Isabel II. La coletas, como se autodenominó en este medio, está agotada. Trabaja 14 horas al día, «de lunes a domingo», según sus colaboradores, aunque estos últimos 12 días han sido frenéticos. A pesar de ser una cinéfila empedernida, no ha tenido tiempo ni de ver la oscarizada Spotlight. El menor de los problemas de haber aceptado el reto de presidir la gestora del PP de Madrid tras la deserción de Aguirre.

Es un marrón, pero en la vida hay que ser responsable. El PP de Madrid no está en su mejor momento. Se había producido un vacío de poder con la dimisión de Aguirre y de Ignacio González. Yo podía haber mirado a otro lado y esperar a que llegase un mejor momento, pero hice lo que me pidió mi partido.

¿Cuántas alfombras ha levantado ya?
Apenas llevo una semana y lo que he hecho ha sido encargar una auditoría interna para ver cuál es la situación del partido. Lo segundo que he pedido ha sido un código ético de aplicación para todos los cargos públicos y del partido en Madrid. Cuando haya dudas de que alguien ha tenido algún comportamiento cercano a la corrupción tendrá que dejar su puesto. Nosotros nos comprometeremos a abandonar nuestro cargo cuando nos abran un auto de investigación. Es una posición que ha puesto el listón mucho más alto que otros partidos.
Supongo que le enviará una copia a Rita Barberá…
No me quiero meter en lo que hacen en otros lugares del partido. Yo si fuera ella habría ido a declarar de forma voluntaria ante el juez para que nadie me acusase de que estoy amparada por el aforamiento. En la Comunidad de Madrid vamos a ser la primera comunidad en eliminar todos los aforamientos.
¿Cómo es posible que Aguirre no se enterase de los tejemanejes de su ex pupilo Francisco Granados?
Pregúntele a ella.
¿Cuántos áticos y sociedades offshore tiene usted como le han atribuido a Ignacio González?
Vivo de alquiler y no participo en ninguna empresa.
¿Usted no facilitó información a los investigadores del ático de González, como se ha especulado?
Jamás. No me dedico a eso.
Un guardia civil ha declarado que usted fue una de las víctimas del espionaje político que organizó Ignacio González. ¿Se sintió vigilada?
Todos nos hemos sentido vigilados alguna vez.

Según reconoce, no sólo han escarbado en su vida más personal en busca de trapos sucios. «También han mirado hasta qué han escrito mis hermanos en Facebook. Ahora Podemos está haciendo un recopilatorio sobre mi vida. Están destinando tiempo, recursos, pasan horas buscando en archivos, hemerotecas. Lo que ellos consideran negativo, que es llevar 25 años de servicio público, para mí no lo es», dice.

¿Tiene amigos como Marjaliza, el cabecilla de la trama Púnica?
Yo no le conozco de nada. Me gustan los empresarios honrados.

A la nueva responsable de la gestora «no le consta» que la operación Púnica vaya a hacer temblar los cimientos de Génova una vez más. Lo que sí sabe es qué hará con aquellos que se vean enfangados. «Si algún miembro de mi gobierno es imputado o se abre un auto de investigación formal por cualquier asunto de corrupción, le voy a destituir de manera inmediata. Igual que los miembros de la dirección de la gestora».

¿No cree que el PP debería pedir perdón por sus escándalos?
Lo hemos hecho muchas veces.
A su número dos en la gestora, Juan Carlos Vera, le están vinculando con los regalos de la trama Gürtel como ha desvelado Ok Diario…
Hay que ser más rigurosos. No se puede demonizar a una persona cuando aparece cualquier información. Menos aún cuando Vera no ha sido ni citado como testigo.

A Cifuentes le volvemos a resucitar al fantasma de Aguirre. No es su campo de juego preferido.

¿Sintió placer cuando sacó más votos que ella en la capital?
No, me habría gustado que ella hubiese sido la alcaldesa.
¿Le está dando consejos en ese traspaso de poderes?
No me ha dado ninguno todavía, pero estoy abierta a ello.
Usted creció a su vera… ¿Qué aprendió de ella?
Que hay que disfrutar trabajando y que los retos hay que afrontarlos con entusiasmo.
¿Y por qué no la hemos visto paseando del brazo como ha hecho con Manuela Carmena?
No tendría ningún problema. Habría que preguntárselo a ella. Y Carmena es una persona bienintencionada a la que aprecio.
Algunos populares aseguran que la gestora del PP es su primer paso en la carrera sucesoria de Rajoy…
No estoy en el proceso sucesorio de Rajoy, que por otra parte no se ha abierto. Dentro del PP nadie le cuestiona. Y no sé si me voy a presentar al Congreso de Madrid. Mi preocupación es que sea abierto. Un afiliado, un voto
Si Rajoy la eligiese, ¿aceptaría?
No me planteo la vida con ‘y si’.
¿Hace falta una regeneración total como pide Aguirre?
En el PP tenemos que regenerar muchas cosas. Tenemos que recuperar los votos que hemos perdido, ser mucho más humildes. Tal vez hemos sido tibios a la hora de afrontar algunos casos de corrupción.
¿Tendría Rajoy que haber explicado mejor ese «Luis, sé fuerte» a Bárcenas?
En el PP deberíamos habernos explicado todos mejor.
¿Cómo se puede hablar de regeneración cuando nos encontramos con Villalobos en el Congreso?
No quiero opinar sobre personas en concreto. Tiene que haber gente joven con mucha energía y gente con experiencia y solvencia.
¿Y el resurgir del PP pasa por ser más liberal o más conservador?
Hay que huir de los tópicos. La clave es ocupar el centro político.
Un dirigente del PP dice que al partido «no lo levanta ni Churchill reencarnado». ¿Lo cree así?
No. Ese dirigente más vale que se vaya a su casa porque no se puede ir con ese espíritu por la vida.

Cifuentes incluso es partidaria de dar algún paso simbólico para alejarse de la sombra de corrupción y plantea lo que otros dirigentes hablan en voz baja.»No me parecería mal que nos fuésemos de Génova, aunque eso lo tiene que decidir la dirección nacional. Yo soy más partidaria de implantar un modelo de oficinas electorales y de organizar más actos en la calle», dice. La presidenta de la Comunidad lanza una mirada cómplice a su jefa de gabinete, Marisa González. Labatería que puso en marcha el reloj para que llegase la hora del cifuentismo. La misma que estuvo detrás de los éxitos de Ruiz Gallardón, pero no de su caída en desgracia. A ambas las conocen como las Thelma y Louise del PP y son las defensoras del lema «sin tacón no hay reunión». Toca finalizar la entrevista y le preguntamos a Cifuentes si se ha hecho otro tatuaje (sería el sexto) para celebrar su ascenso en las esferas populares.

-No. ¿Qué quieres, que parezca una burroflauta?

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