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Dos años de cárcel para Moltó y Ortega por falsear las cuentas de CCM

No tendrán que ingresar automáticamente en prisión al no superar la condena los dos años

14562339194740La Audiencia Nacional ha condenado al ex presidente de Caja Castilla-La Mancha Juan Pedro Hernández Moltó y al ex director general Ildefonso Ortega a dos años de prisión cada uno como coautores de un delito de falsedad contable. Además, les impone sendas multas de 29.970 euros.

La sentencia considera probado que los acusados alteraron la cuenta de resultados para que en el cierre del ejercicio de 2008 aparecieran unos beneficios inexistentes. Esa maniobra, según el juez Central de lo Penal, José María Vázquez-Honrubia, podía llevar a engaño a terceros. La caja acabó siendo intervenida por el Banco de España en marzo de 2009 y recibió 9.000 millones de dinero público.

«Ha quedado acreditado que los acusados alteraron la cuenta de resultados para que reflejara unos beneficios inexistentes, en el cierre del ejercicio en diciembre de 2008, y que esté falseamiento de los resultados era un medio idóneo para causar un perjuicio económico a cualquier tercero que se relacionara con ella», dice la sentencia.

 Al no superar la pena los dos años y tratarse de su primera condena, los ex directivos no tendrán que ingresar de manera efectiva en prisión, ya que es posible la suspensión de la ejecución de la condena. El fiscal del caso, Luis Rodríguez Sol, reclamaba por el mismo delito una pena de dos años y medio, que hubiera implicado el ingreso en la cárcel.

La sentencia descarta el delito de administración fraudulenta les atribuían las acusaciones particulares. El juez considera que no ha quedado probado que concedieran créditos en perjuicio de la caja o que dispusieran ilegalmente del patrimonio de la entidad en su propio beneficio.

La resolución no es es firme, ya que puede recurrirse ante el Tribunal Supremo.

El juez explica que los dos acusados conocían en 2008, y así se reflejó en consejos de administración anteriores, las pérdidas y la difícil situación económica de la entidad. Ante esa circunstancia, decidieron echar mano de un«ardid contable, en el sentido mas propio de engaño, disimulo o artimaña o si se prefiere treta o tergiversación» para, según el juez, maquillar unas pérdidas «galopantes» en valores cotizados.

El resultado fue que presentaron unos beneficios de 29 millones, cuando si hubieran cumplido lo que les había exigido el Banco de España el resultado habría sido unas pérdidas de al menos 182 millones. Más aún, cuando los administradores tomaron control de la entidad y comprobaron a fondo su situación real, concluyeron que las pérdidas de 2008 ascendían a 1.000 milllones de euros.

A pesar de los requerimientos del Banco de España para actuar de una determinada manera, los condenados «reflejaron las pérdidas en la partida o estado del patrimonio neto y no en la cuenta de pérdidas y ganancias en definitiva en la cuenta de resultados». El juez reconoce que aunque conforme a la ortodoxia contable las cuentas eran correctas y no habrían engañado a unos expertos, el delito societario de falsedad contable persigue proteger también a los ciudadanos normales que se puedan relacionar con la entidad, como pequeños inversores y depositantes. En general, a cualquiera que no se relacionaría con la entidad de la misma manera si en la cuenta de resultados se informara de las pérdidas en lugar de ganancias.

«Son a esta generalidad de personas a los que trataban de engañar los acusados publicitando un superávit completamente irreal. […] Es la protección a este hombre medio la que procura el Código Penal», dice el juez.

El juez apunta a que el motivo que llevó a los condenados a actuar así fue que estaban llevando a cabo «activísimas» gestiones para fusionar la entidad, «y parece evidente que no es lo mismo sentarse a negociar una fusión representando a una sociedad en pérdidas o con ganancias».

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Errejón: «Si no llegamos a un acuerdo con el PSOE, no hay Gobierno»

Iglesias, al PSOE: «Si anuncia un acuerdo de Gobierno con C’s, habrá elegido emprender un viaje con el PP»

14562368917171Unas horas antes de su primera reunión bilateral con el PSOE, el jefe de los negociadores de Podemos, Íñigo Errejón, ha advertido de que si el partido dePablo Iglesias no llega a un acuerdo con el de Pedro Sánchez, «no habrá Gobierno», descartando su abstención para facilitar la investidura del socialista.

«El acuerdo con Ciudadanos es absolutamente irrelevante», ha dicho sobre su peso numérico, que se limita a 130 escaños (90 socialistas más 40 ‘naranjas’). Por ello,Errejón ha emplazado al PSOE a buscar «socios y no figurantes» en las decisivas reuniones que se mantendrán a lo largo de la tarde de hoy en el Congreso. A partir de las 16.30 horas entre PSOE y Podemos y a partir de las 18.00 horas en la segunda mesa a cuatro con ambos, junto a Izquierda Unidad-Unidad Popular y Compromís.

«El PSOE puede llegar a un acuerdo con Ciudadanos o con el Capitán Trueno», ha manifestado Errejón, pero eso le impide sacar adelante la investidura porque las matemáticas no le dan.

Aunque Podemos ha levando en las últimas horas su veto a un doble acuerdoPSOE-Ciudadanos y PSOE-Podemos, se mantiene en que «la única posibilidad» pasa cerrar un pacto con él, es decir, por la mesa de diálogo a cuatro de esta tarde. Todo lo demás, ha alertado, no suma. Así que Errejón ha instado al equipo de Sánchez a «asumir» que tiene que buscar en Podemos a un aliado. Y eso pasa por el Ejecutivo de coalición.

Por otra parte, Pablo Iglesias y Xavier Domènech mantiene esta misma tarde una agenda paralela de reuniones con los partidos independentistas catalanes de cara a trabajar su abstención ante un hipotético pacto PSOE-Podemos. Indispensable para cuadrar las cuentas de escaños. Los líderes de Podemos y de En Comú Podem reciben a los representantes de ERC y Democràcia i Llibertad (la antigua Convergència) en sendas reuniones para presentarles su programa, donde se remarca como «imprescindible» la celebración de un referéndum de autodeterminación para Cataluña.

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Invitan al líder del Polisario a un debate público en Marruecos

74-20151113-mohamed-abdelazizRabat, EFE El secretario general del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz, ha sido invitado a Marruecos por un centro de estudios que quiere discutir el problema del Sáhara Occidental «con todas las partes implicadas, de dentro y de fuera», según dijeron a Efe sus organizadores.

El Foro Internacional sobre el Sáhara, que se celebrará en Marrakech del 8 al 10 de abril, ha cursado invitaciones a 200 personalidades de los países del Magreb, «partidarios y hostiles» a la soberanía marroquí sobre el Sáhara, explicó Ahmed Slimani, presidente del Centro Bensaíd Ait Ider, una organización de carácter izquierdista que organiza el acto.

Slimani, que dijo haber enviado la invitación a Abdelaziz «por fax», aseguró que ha recibido «garantías de las autoridades» de que, en caso de viajar a Marrakech, el líder del Polisario no sería detenido ni importunado.

Además de Abdelaziz y de otras personalidades de la dirección del Polisario, se ha invitado al foro de Marrakech a independentistas de dentro del territorio, como Aminatu Haidar, y a representantes del movimiento en España y Europa.

Además, se ha invitado a personalidades argelinas -siendo Argelia el principal valedor internacional del Frente Polisario- de partidos y sindicatos, «pero a todos ellos, al igual que los demás, a título individual», precisó.

Es la primera vez en que se invita a Abdelaziz y a líderes saharauis a expresarse abiertamente en Marruecos a favor de la independencia del Sáhara, ya que el discurso independentista está perseguido por la ley.

Para Slimani, quien insistió en que «nada tenemos que ocultar», con este debate su centro trata de «buscar una salida a un conflicto que dura ya 40 años» y de «arrojar un poco de luz en una habitación oscura».

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Desahucio en La Moncloa

  • RAÚL DEL POZOraul-del-pozo

Como dice el clásico de la razón de Estado, todos están dispuestos a vender su alma; y si se les escapa alguna verdad, es difícil reconocerla entre tantas mentiras.

Pero todos coinciden en querer hacer un desahucio en La Moncloa y que se pireMariano Rajoy. Fuentes cercanas al Gobierno contestan: «Mariano Rajoy defenderá su victoria hasta el final. Si no pudieron echar a Rajoy cuando el Congreso de Valencia, menos lo van a lograr ahora, después de haber ganado las elecciones por siete puntos. Los militantes del PP no son tontos. Ni Albert Rivera ni Pablo Iglesias tienen detrás de sí una organización tan sólida y potente como el PP».

Están mosca, como su ministro de los picos y los chapas, ante el hecho de que los jueces, los policías y hasta los periodistas saquen los casos de trinque y cohecho en días estratégicos o de incertidumbre en la formación de Gobierno. Sospechan que los jueces y la Policía dilatan las operaciones judiciales, y eso que desde palacio no saben que la realidad es peor de lo que imaginan. «El otro día íbamos a Murcia, nos paramos a tomar un café y dije: ‘Verás como detienen hoy a alguien aquí’. Y se llevaron a los concejales del PP en un ayuntamiento». Eso se dice en La Moncloa, pero en Génova ya hay quien teme que Mariano Rajoy sea arrastrado por la riada de las cloacas.

«En los asuntos humanos hay un flujo que lleva a la fortuna si aprovechas la pleamar», dice Bruto en ‘Julio César’. El PP abandonó la pleamar y bordea el declive, tropieza con escollos y miserias. El PSOE les acusa de saqueo, financiación ilegal, pagos en negro, cajas B, enriquecimiento personal. Está claro que Pedro Sánchez no quiere pactar con ellos, aunque esté más cerca de Ciudadanos que de Podemos. Podemos dice: o un Gobierno de siempre, de la corrupción, o un Gobierno con nosotros, de igual a igual, con Pedro Sánchez por el interés de España.

Ya nadie quiere elecciones. Sería escapar del trueno para ir al relámpago y temen al hastío de la ciudadanía. Se han enredado en una aritmética endiablada, en la malasombra de los cordones sanitarios. Todos son titubeos y estrategias verbales, reuniones y fotos.

Hablo con una dama que puede ser ministra si hay un Gobierno de izquierdas y me cuenta: «Los partidos están encastillados, pero tendrán que ceder. Si no es el 5 de marzo, será más tarde. Hay dos meses. Habrá Gobierno y puede haber pactos; tendremos que dar algún ministerio a Podemos, pero eso de darles la Vicepresidencia es de locos, estaríamos locos todos».

Los partidos se muestran altivos, sin atender a razones. En el PP apoyan a Rajoy, entre otras razones porque si no quiere irse voluntariamente, no hay cauces para echarlo. Él no parece dispuesto a decretar su propio martirio. Todo lo ganaron y todo lo están perdiendo. Los militantes están hasta los cojones, pero nadie puso ayer en el Comité Ejecutivo la bolsa de cuero de Damborenea encima de la mesa (según Camilo José Cela, «cojón» es derivado del griego ‘koléos’: estuche, funda).

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Democracia ‘low cost’

  • CASIMIRO GARCÍA-ABADILLOcasimiro-garcia-abadillo--644x500

Hoy se cumplen 35 años del golpe de Tejero, Milans y Armada ¡Qué lejana nos parece ahora aquella España en la que un teniente coronel de la Guardia Civil entró en el Congreso, pistola en mano, al grito de: «¡Quieto todo el mundo!».

Pasamos mucho miedo. Temíamos perder la democracia que había costado tantos años y tanto esfuerzo recuperar. Habían pasado poco más de 5 años desde la muerte de Franco, pero la mayoría de los españoles ya no quería volver atrás. Mirábamos al futuro.

Hasta nuestros padres, que habían peleado en la Guerra Civil, creían en la reconciliación. Les aterraba la sola idea de desenterrar el odio de las dos Españas.

Tejero, Milans y Armada se equivocaron al pensar que su golpe tenía posibilidades de éxito. Ni las Fuerzas Armadas eran ya el bastión del franquismo que ellos añoraban, ni la sociedad civil, endeble todavía, quería volver a los oscuros años de la dictadura.

Que nadie se equivoque. La razón del fiasco del 23-F no fue que algunos capitanes generales se echaran atrás en el último momento; o que Sabino Fernández Campos, entonces Jefe de la Casa del Rey, impidiera la llegada a la Zarzuela del general Armada, cabecilla del golpe; ni siquiera el mensaje televisado de don Juan Carlos pidiendo a los tres ejércitos que respetasen el orden constitucional. No. La verdadera causa del fracaso fue que España había cambiado esencialmente y quería vivir en libertad.

Ahora, cuando se cumplen 35 años de aquella intentona, algunos, como el portavoz de ERC, Joan Tardá, se permiten el lujo de calificar el sistema político español como una «democracia low cost». Y lo hace, entre otras razones, para defender que Arnaldo Otegi, que saldrá de prisión la próxima semana tras haber cumplido seis años y medio de condena por intentar reconstruir Batasuna siguiendo las instrucciones de ETA, es un «preso político».

Ni Tardá, ni David Fernández, que le acompañó el pasado domingo a la prisión de Logroño a visitar al líder de la izquierda abertzale; ni Pablo Iglesias, que pretende que el poder judicial comparta el ideario del gobierno, han vivido bajo la dictadura. Pero en su imaginario, España mantiene un sistema político a medio camino entre el franquismo y la democracia.

Nuestra débil democracia afrontó ya hace 35 años el reto de condenar a los implicados en el 23-F. La Fuerzas Armadas han demostrado sobradamente su lealtad a la Constitución.

Desde la muerte del dictador ha habido quince elecciones generales, en las que los ciudadanos han elegido libremente a sus gobernantes. Ante los casos de corrupción, la prensa, la Fiscalía, las Fuerzas de Seguridad y los jueces han actuado, por regla general, con absoluta profesionalidad e independencia.

Ningún país europeo ha mejorado tanto como España su nivel de vida en los últimos 40 años. Ningún país de la UE puede darnos lecciones de democracia.

Incumplir la Constitución o las resoluciones del Tribunal Constitucional, como pretenden Tardá y sus compañeros independentistas; poner al poder judicial a las órdenes del Ejecutivo, como le gustaría a Iglesias, sí que sería degradar la vida democrática de nuestro país, rebajarnos al nivel de Venezuela, sumergirnos en una auténtica democracia low cost.

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