«En Almansa es muy fácil encontrase con él. Porta un figura lúcida y esplendente. En verano calza chapeo cutre de medio pelo, de esos canotier que parecen provenir de alguna marca comercial, y en otoño-invierno emplaza en su reluciente calvorota, una cachucha con la visera hacia atrás en plan renovado. Todo ello le da a nuestro protagonista una envoltura de mozalbete zurdo-progre que tira “pa trás”…»
Luis BONETE Copyright-2025
En Almansa es muy fácil encontrase con él. Porta un figura lúcida y esplendente. En verano calza chapeo cutre de medio pelo, de esos canotier que parecen provenir de alguna marca comercial, y en otoño-invierno emplaza en su reluciente calvorota, una cachucha con la visera hacia atrás en plan renovado. Todo ello le da a nuestro protagonista una envoltura de mozalbete zurdo-progre que tira “pa trás”
No lo retraso más. Estas letras van en dirección de acordarme, de nuevo, del edil integrante del equipo de Gobierno social-comunista, Borja López, popularmente conocido en la localidad como “Cangrejo de Río”, aunque otros apuestan por acordarse de él como “concejal de Incultura”, yo prefiero la primera de las alusiones, por ser cómica, muy divertida e invitar a pensar por qué se ha hecho merecedor de la misma.
En España, existe el cangrejo de río autóctono (Austropotamobius pallipes), muy apreciado y protegido, y también el cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii), que es invasor. Borja López, sin discusión, pertenece a la familia del cangrejo rojo americano. Y esto es así porque su actitud política, su gestión, (esa que sus allegados cuando me ven por la calle tienen la bondad de permitirme criticar, pero a los que les sienta como una patada en el culo que diga alto y claro que forma parte de un gobierno social-comunista) es claramente invasora.
Desde que Pilar Callado reculó en su intención de otorgarle la delegación municipal festera, y lo bendijo con la diligencia de Cultura, las broncas en la Casa idem en el despacho del anterior técnico responsable han sido notables…, incluso ruidosas. Nuestro Borja (joder, hasta tiene nombre pijo) ha sido llamado al orden en numerosas ocasiones, pero al ser especie invasora, posee pinzas poderosas que le hacen creer invencible y él, junto con su otro sí despótico, se dedica a lo que mejor sabe: priorizar criterios políticos, ideológicos o de popularidad sobre criterios técnicos y de calidad cultural.
Después que nuestro Borja “Cangrejo de Río” asumió el área de Cultura, la tónica habitual, pese a lo que nos venden desde Casa Grande, ha sido la programación por sus criadillas de eventos sin impacto real, una estela de mala asignación de recursos y de presupuestos, misión a la que sumar conflictos con técnicos, entidades culturales o con la ciudadanía. Su paso por Cultura, seguro que efímero, encarna priorizar criterios políticos, ideológicos y de popularidad sobre criterios técnicos y de calidad cultural, todo lo anterior es notorio y en Casa de Cultura, por los rincones, lo recitan con una voz baja que suena rotunda y todos oyen.
Lo ultimo de Borja “Cangrejo de Río” es de traca, y no tiene que ver con su responsabilidad política, sino con su militancia en una comparsa festera, a cuyos componentes, si uno presta la debida atención, se les puede ver en novenas y quinarios debidamente maquillados para evitar el engorroso reconocimiento, poniendo velas a San Judas Tadeo para que más pronto que tarde le sobrevenga un parraque, decida dejar de pagar cuotas y salga pitando.
Resulta, que el sentimiento ateo que adorna su body (reconocido en San María de la Asunción ante quien esto escribe) hace unos días se puso a girar y girar cual pesa de olla Laster en plena efervescencia del vapor cocedor de patatas, y no se le ocurre otra cosa que es escribir de su puño y letra una carta dirigida a los responsables de su comparsa; misiva en la que Cangrejo de Río pregunta “…, ¿en qué Junta General de socios se decidió regalarle un manto a la Virgen con el dinero de todos, faltándole dinero a la Agrupación para hacer Fiestas?…”. “…, luego que no vengan pidiendo dinero…”.
Es decir que Borja López, que por un lado es miembro activo de unas Fiestas en las que no tiene empacho alguno en participar, y que no lo serían si no fuera porque son en honor de la Patrona de Almansa la Virgen de Belén, por otro lanza venablos contra quienes en el uso de su potestad estatutaria deciden, en el año del Centenario de la Coronación, pasar a la historia local al donar un precioso manto de camino a quien es receptora de los máximos honores durante las Fiestas Mayores en Almansa, léase la Virgen de Belén en las que el edil Lopez viste uniforme moruno.
Yo digo; si tanto disgusto y berrinche causa a Borja “Cangrejo de Rio” que se done un manto a la Virgen de Belén con el peculio de Moros y Cristianos debería, en primer lugar, zarpar de la organización donde, hipócritamente participa en Fiestas, y en segundo lugar dejar de lado su exacerbado ateísmo e integrarse en una realidad incontestable, que no es otra que los almanseños preferimos a nuestra Patrona que a un desabrido y advenedizo concejalillo que no pasará de cuatro años de efímera gloria. Y luego…, al paro.
A Borja “Cangrejo de Río” creo que este gesto le va a costar muy caro. No hay recelo alguno de que es asociado activo de una comparsa, y además gestiona (o lo interna) Cultura, desde esa óptica cualquier crítica a tradiciones como la donación de un manto a la Patrona, parece sesgada a favor de su creencia religiosa, a la vez que nos da el derecho de pensar que usa su cargo para expresar opiniones particulares.
La primera obligación de Míster López como concejal de Cultura es tender puentes entre expresiones culturales y religiosas; si se le percibe hostil a una parte, como es el caso que nos ocupa, pierde capacidad de arbitraje y liderazgo. Por esa razón y otras que iremos desgranando con el tiempo, Borja López es “Cangrejo de Río” rojo americano, es decir un auténtico invasor, más perdido que una oveja en una discoteca.
«Hace años disfrutó Almansa y sus vecinos de un glorioso tiempo en el que, al toque de corneta para convocar las llamadas ruedas de prensa, fueran institucionales, sociales, deportivas o de cualesquiera otras connotaciones, raudos acudían no menos de seis o siete medios de comunicación radicados en la ciudad, con sus representantes armados de bolígrafos, grabadoras de casetes, cámaras de fotos, de vídeo, cables…, y la parafernalia normal del oficio de la canallesca...»
Luis BONETE. Periodista Copyright-2025
Hace años disfrutó Almansa y sus vecinos de un glorioso tiempo en el que, al toque de corneta para convocar las llamadas ruedas de prensa, fueran institucionales, sociales, deportivas o de cualesquiera otras connotaciones, raudos acudían no menos de seis o siete medios de comunicación radicados en la ciudad, con sus representantes armados de bolígrafos, grabadoras de casetes, cámaras de fotos, de vídeo, cables…, y la parafernalia normal del oficio de la canallesca. Y digo glorioso tiempo porque fue un periodo en el que la pluralidad informativa local era alucinante: había de todo como en botica: medios de talante conservador, de los ahora llamados progresistas, también de los de medio pelo, digitales, y algún otro de aquellos que no se mojaban el culo, ni se lo mojan a día de hoy, debido al desasosiego que sienten ante la más que posible supresión de inserciones publicitarias institucionales si cruzan una u otra orilla. Pero a pesar de todo, éramos muy felices en ese ambiente, y lo más importante de todo era que el mayor beneficiado de todo ese batiburrillo mediático, envidiado en toda la provincia, era sin duda alguna, el vecino de a pie, el almanseño que no se perdía una, y que bien a través de papel, las ondas, la tele o el espacio ciber, podía elegir con libertad que taza de caldo informativo tomar a diario.
Hoy, cuando escribo estas líneas, ya jubilado, pero más puñetero que nunca, constato con infinita tristeza, la muerte del periodismo en Almansa. Una muerte anunciada, sucedida poco a poco, sin pausas, sin detenimiento, cuyas causas y motivos merecen otro trabajo a parte.
Septiembre del año 2025 de Nuestro Señor. El panorama informativo local es desolador, triste, sin chicha ni limoná. El periodismo crítico, de análisis, de trinchera, de denuncia hace tiempo que hizo las maletas y su lugar lo ha ocupado, de forma alarmante, el relato público del poder político.
Para mayor desvergüenza de la profesión periodística, recientemente se ha conocido que el actual equipo de Gobierno, de sesgo social-comunista, no contento con la existencia desde hace más de 30 años de un medio de comunicación en formato de papel gratuito y tirada mensual, ha licitado la creación de una nueva cabecera “…, que actúe, por un lado, como una suerte de “guía del ocio”, es decir, que la mayor parte de la publicación se dirija a difundir la programación festiva, cultural, deportiva, etc., organizada por secciones a la ciudadanía almanseña; así como de difundir información de interés público (convocatorias de ayudas, subvenciones, programas formativos, ofertas de empleo, etc.)…”
Pero, a mi juicio, lo que denota la mala intención de este futuro pasquín, que apunta a poner fin a la posibilidad de discrepar, es el hecho que estará dedicado exclusivamente a ser la bocina de la Voz de su Amo. Es un hecho evidente que, sea quien sea el adjudicatario del contrato, la publicación alumbrada desde Casa Grande, estará dominada y controlada a placer por el equipo de Gobierno presidido por Pilar Callado con el apoyo de Cristian Ibáñez.
Es importante recalcar que esa denominada Guía del Ocio ha sido pergeñada por un grupo de personas, imagino que reducido, entre las que destaca la figura y personalidad de Pablo Sánchez, grado en Ciencias de la Información, ex director de Almansa Uno Radio y editor de la desaparecida publicación A-30, pues bien, para despejar incertidumbres la futura Guía del Ocio aclara: “…, no es objeto de este contrato la simple información a posteriori de la actualidad municipal, salvo con carácter residual…”. Es decir, la información que facilitará al ciudadano esa denominada Guía del Ocio, gratuita para vecinos, pero pagada por los bolsillos de todos los almanseños, es considerada por socialistas y comunistas nada más y nada menos que residual. A Pilar Callado y adláteres el periodismo no le sirve, no le gusta, le repele. Es evidente que a menos de dos años vista de las municipales les incomoda: ¿Estamos ante una jugada no maestra sino rastrera?, sin duda que sí, un lance digno de Pablo Sánchez que sin pudor alguno se corona como periodista suscribiendo que la información que emane de esa Guía del Ocio debe de ser residual. Al equipo de Gobierno le interesa solamente que le den cepillo, que se doble la cerviz a su paso, que los adulen gratis a través del reparto de 9000 ejemplares mensuales, insisto, pagados por los almanseños, y no termina la cosa aquí, no solo en Almansa, sino también en las poblaciones vecinas (según reza el pliego de condiciones). ¡¡¡¡¡¡¡Madre del verbo divino !!!!!!!; y yo que creía que lo había visto todo a mi edad.
No hay que ser un lumbreras para darse cuenta que, a nivel general, el cierre de medios de información locales motivados por presiones y dificultades interpuestas por parte de los equipos de Gobierno, en forma de retirada de publicidad institucional o, como es el caso de estos días en Almansa, a través de reformas legales restrictivas y excluyentes a sabiendas, es un tema muy serio que afecta directamente a la libertad de prensa, el derecho a la información, la salud democrática de la sociedad, y que tiene por consecuencia más inmediata el comprometer la posibilidad de que la sociedad en su conjunto acceda a información veraz, diversa y cercana a su realidad.
No hace falta ser muy avispado, tampoco estar en el último año de carrera de Periodismo para conocer y aceptar que los medios locales son esenciales para cubrir temas que los medios nacionales ignoran por completo: corrupción municipal, conflictos ambientales, decisiones de autoridades locales, etc. La pérdida de medios locales significa un desierto informativo, donde los ciudadanos ya no tienen acceso a noticias independientes sobre su comunidad. Se debilita la rendición de cuentas locales: sin periodismo, los gobiernos actúan con mayor impunidad.
Lo anteriormente citado trae como consecuencia, entre otras, la reducción del pluralismo informativo local. Una mayor desinformación y proliferación de rumores o fake news. Ciudadanos y vecinos menos informados, que equivale a una menor participación democrática, y, por último, acarrea lo que más entusiasma a los gestores municipales: un mayor control del relato público por parte del poder político.
Hoy pongo el acento y levanto mi voz ante la actitud vergonzosa del actual equipo de Gobierno social-comunista que, por lo que parece, cree que los almanseños nos chupamos el dedo y, con los recursos de todos, con nocturnidad y alevosía lanza una publicación propia (llamada «gaceta», «boletín», «guía del ocio», etc.), con apariencia de medio de comunicación o agenda cultural pero que no lo es ni de lejos. La publicación licitada, es muy importante conocer, se financiará con dinero público, y tiene como objetivo principal “promover las actividades del propio equipo de Gobierno” (inauguraciones, logros, eventos institucionales, entrevistas a cargos públicos, etc.), arrinconando de forma residual y bochornosa la actualidad informativa, la crítica política y el libre pensamiento periodístico. Pero es que, en paralelo (ya lo está haciendo) envía al foso de reptiles y deja de apoyar (económica e institucionalmente) a un medio local independiente que venía realizando una labor periodística neutral.
La publicación institucional que anuncia el equipo de Gobierno presidido por Pilar Callado se presenta e intuye como una revista informativa, pero no cumple funciones periodísticas: no investiga, no contrasta, no critica. Se convierte en una herramienta de propaganda encubierta, pagada por todos los ciudadanos, que beneficiará a una sola parte: al Partido Socialista e Izquierda Unida.
Termino a modo de conclusión. En el momento que la Guía del Ocio social-comunista vea la luz, será imposible que no se produzca una erosión de la pluralidad informativa al debilitarse o desaparecer una voz independiente y crítica en la localidad. Nadie podrá impedir que sea el equipo de Gobierno el que controle el relato mediático sin contestación, y finalmente, se empobrecerá el ecosistema informativo local, que es vital para la democracia y la rendición de cuentas. Ante semejante horizonte, solo nos queda la heroica misión de fomentar la alfabetización mediática para fortalecer a la ciudadanía frente a la manipulación que se avecina.
PLIEGO DE CONDICIONES
Para mayor abundamiento y juicio del lector, transcribo algunos párrafos que forman parte del pliego de condiciones que debe de cumplir quien aspire a conseguir la adjudicación de la Guía del Ocio. Por favor, leer despacio y con atención porque no tienen desperdicio alguno.
SERÁ CONDICIÓN OBLIGATORIA que más del 50% de las páginas de cada edición se destine a los fines informativos con carácter previo a la celebración de los eventos de interés.
EL AYUNTAMIENTO DE ALMANSA TENDRÁ UNA RESERVA DE CUATRO (4) PÁGINAS por edición para insertar publicidad de cualquier concejalía con delegación o publirreportajes que se estime conveniente (que podrán dividirse en medias páginas cuando la naturaleza del anuncio lo requiera).
EL ADJUDICATARIO GARANTIZARÁ que, al menos el 10% de las inserciones totales anuales puedan ser en portada o contraportada, así como que otro 10% de las inserciones totales anuales pueda agruparse en dos (2) páginas centrales cuando el contenido lo recomiende.
EL ADJUDICATARIO DEBERÁ OFRECER, cuando se le requiera, el servicio de redacción, diseño y maquetación de los anuncios a insertar por el Ayuntamiento de Almansa, siempre bajo la aprobación final y supervisión de la concejalía de Régimen Interior o concejalía delegada por naturaleza de la materia del anuncio a insertar.
LA PRESTACIÓN DEL SERVICIO comprende realizar la cobertura informativa de la actividad municipal y de los distintos eventos organizados por el Ayuntamiento de Almansa, desde cualquiera de sus áreas. Es obligatorio contemplar la realización de buzoneo en todas las viviendas del casco urbano de Almansa en la oferta que presente la empresa licitadora, siendo excluidas aquellas que no lo contemplen.
EL IMPORTE ESTIMADO DEL CONTRATO será de 30.000,00 € anuales (TREINTA MIL EUROS), IVA no incluido. La cantidad de IVA serían 6.300,00 € anuales (SEIS MIL TRESCIENTOS EUROS), siendo el importe total, sumando ambas cantidades de 36.300,00 € anuales (TREINTA Y SEIS MIL TRESCIENTOS EUROS). Para la duración total del contrato, incluidas las prórrogas, el importe del contrato asciende a la cantidad de NOVENTA MIL EUROS MÁS IVA (90.000,00 € MÁS IVA), cuya cantidad asciende a DIECIOCHO MIL NOVECIENTOS EUROS DE IVA (18.900,00 € DE IVA), que sumado ofrece la cantidad total de CIENTO OCHO MIL NOVECIENTOS EUROS, IVA INCLUIDO (108.900,00 € IVA INCLUIDO). El importe del precio del contrato se hará efectivo al contratista con cargo a las partidas de publicidad y propaganda [22602] de cada una de las áreas que hagan uso de la misma (cultura, deportes, fiestas, feria, medio ambiente, órganos de gobierno, participación ciudadana, igualdad, juventud, etc.)
PLAN DE PUBLICACIONES: A) Breve memoria de objetivos y campos informativos o secciones de la publicación. Información del proceso de distribución, indicando número y procedimiento de la distribución en Almansa -y en su caso resto de municipios aledaños contemplados- para: Domicilios particulares de Almansa. No se contemplarán ofertas que no incluyan el buzoneo en todas las viviendas del casco urbano del término municipal de Almansa. B) Empresas, comercios de Almansa. C) Empresas, comercios en otros municipios cercanos (descripción detallada por municipio y lugares de reparto contemplados, así como número de ejemplares). D) Edificios públicos y de concurrencia en otros municipios cercanos descripción detallada por municipio.
INFORMACIÓN DE LOS NÚMEROS DE LA PUBLICACIÓN para el periodo que abarca el presente contrato, indicando para cada número de la publicación la previsión de: Número de ediciones anuales (mínimo 9 y máximo 12). Las fechas de publicación y distribución (deberán tener en cuenta las efemérides más importantes de Almansa para hacer coincidir su difusión con carácter previo a su celebración). Número de páginas (mínimo 16). Número de ejemplares a editar. Número de ejemplares destinados a distribución en Almansa (mínimo 000 ejemplares). Número de ejemplares destinados a distribución fuera de Almansa. Lugares de reparto contemplados, así como número de ejemplares).
OBLIGACIONES DEL CONTRATISTA. Dar cobertura informativa de la actividad municipal y de los distintos eventos organizados por el Ayuntamiento de Almansa, desde cualquiera de sus áreas.
«…, no podía ni imaginar Publius Terentius Afer (Terencio) dramaturgo romano que vivió entre el 195 y el 159 a.C., y cuya obra se desarrolló en un periodo donde la literatura y el teatro estaban en auge en Roma, influenciados por la cultura griega, que un viernes día 29 de agosto del año 2025, transcurridos 2186 años después de escribir su obra El Eunuco, un par de jóvenes devotos del teatro, llamados José Denia y Sergio Area, apoyados de una adaptación de Sánchez-Gómez (estrenada en Mérida, año 2014), desternillarían de risa, y pondrían patas arriba un teatro Regio de la ciudad de Almansa plagado de espectadores que, terminada la función, buen número de ellos se quejaban de dolores mandibulares debido al regocijo, carcajadas y jolgorio que emanó del buen oficio desempeñado por los integrantes de la compañía Arte Escénico quienes, a base de experiencia y oficio, se mueven como peces en el agua en el histórico escenario del teatro Regio almanseño…»
Por Luis BONETE Periodista. Copyright-2025
No podía ni imaginar Publius Terentius Afer (Terencio) dramaturgo romano que vivió entre el 195 y el 159 a.C., y cuya obra se desarrolló en un periodo donde la literatura y el teatro estaban en auge en Roma, influenciados por la cultura griega, que un viernes día 29 de agosto del año 2025, transcurridos 2186 años después de escribir su obra El Eunuco, un par de jóvenes devotos del teatro, llamados José Denia y Sergio Area, apoyados de una adaptación de Sánchez-Gómez (estrenada en Mérida, año 2014), desternillarían de risa, y pondrían patas arriba un teatro Regio de la ciudad de Almansa plagado de espectadores que, terminada la función, buen número de ellos se quejaban de dolores mandibulares debido al regocijo, carcajadas y jolgorio que emanó del buen oficio desempeñado por los integrantes de la compañía Arte Escénico quienes, a base de experiencia y oficio, se mueven como peces en el agua en el histórico escenario del teatro Regio almanseño.
No voy a enrollarme demasiado porque me apetece bajar un ratico a la Feria, y ello a pesar de que este año, lamentablemente, los churros son una auténtica calamidad carentes de sabor y socios del club de la harina frita.
Entré al Regio expectante, y animado de mis mejores deseos de disfrutar de un buen rato de teatro. Mis esperanzas se vieron más que colmadas cuando…, sapristi !!!, se abre una de las puertas del minimalista decorado y aparece una especie de individuo humano que pretendía ser un general decimonónico, y ello a pesar que la graduación que lucía en el uniforme era de coronel, y el fajín en vez de llevarlo en la cintura, el personaje lo lucía en bandolera cual tercerola de caballería, pero todos esos detalles, sin demasiada importancia, aún lo hacían más absurdo, más inconexo y prometedor, y Vive Dios!!!, que así ocurrió.
El Eunuco de Terencio, de la mano de Arte Escénico, que contó con una pléyade de jóvenes intérpretes que, a pesar de cantar la mayor de las veces, también demostraron que saben sudar teatro y la camiseta como el que más, fue una auténtica fiesta teatral: libre, directa, contemporánea y expansiva. Sí, es cierto, desde mi punto de vista hubo altibajos notables de tensión interpretativa, pero, en conjunto, ello no fue impedimento para que sorprendieran y conectaran con el público, conmigo el primero de todos.
El montaje fue arrollador; éxito a recordar, y que lamentará quien perdió la oportunidad de partirse la caja con una de las buenas obras de teatro clásicas de lío romano. El decorado estuvo habilitado para que los propios actores giraran y reconfiguraran sus posiciones escénicas y pudieran crear diferentes espacios de manera perspicaz
¿Y qué decimos del vestuario? Descolló por su estilo acomodaticio: Denia y Area apostaron una amalgama irreverente de reseñas estéticas, desde vaqueros y camisas, pasando por y trajes militares, chapiris legionarios, hasta atuendos picantes, medias de rejilla, túnicas de no se sabe cuándo, adornos egipcios y coleta sujeta con goma de tacos de billetes de banco. Vamos…, un batiburrillo chocante que, lejos de espantar, llamó poderosamente la atención y logró una confusión del espectador (creo que buscada) con la época que se representaba, solo salvada porque de vez en cuando se aludía a la moneda llamada dracma en vez de al euro. En definitiva; teatro clásico a las puertas de cualquier bar de la Corredera.
En cuanto al libreto, certificar que no se habló en latín, faltaría más. Los diálogos estuvieron preñados del mejor humor del Club de la Comedia, directo, contundente, a veces ese que te hace reír a mandíbula batiente. Diálogos con chispa y guiños contemporáneos que rompieron con decisión tabúes y humanizaron la comedia para el público de hoy, siglo XXI.
El Eunuco que vimos ayer en el Regio, afrontó con absoluto desparpajo temas clásicos —amor, celos, poder, sexo— con humor desenfadado y sin filtros, fomentando una experiencia compartida entre escenario y patio de butacas. Los afortunados espectadores asistimos ayer a una fusión vibrante de teatro clásico contemporáneo, con enfoque irreverente, festivo y responsable del legado de Terencio. La comicidad ágil, el elenco carismático y la estética ecléctica la convirtieron en las dos horas de teatro que más he disfrutado en mucho tiempo.
Enhorabuena Arte Escénico…, y que no sea la última.
«… me dirijo a usted no como representante de ningún partido ni color político, sino como una persona que ha trabajado con vocación, entrega y entusiasmo en el Centro Joven de nuestra localidad, concretamente en su zona infantil-juvenil. Como monitor@, he vivido de cerca el resurgir de este espacio, y no puedo ocultar la tristeza y decepción que me invade al ver cómo todo aquello que tanto nos costó construir se desmonta de un plumazo…»
Un monitor/a Copyright-2025
Me dirijo a usted no como representante de ningún partido ni color político, sino como una persona que ha trabajado con vocación, entrega y entusiasmo en el Centro Joven de nuestra localidad, concretamente en su zona infantil-juvenil. Como monitor@, he vivido de cerca el resurgir de este espacio, y no puedo ocultar la tristeza y decepción que me invade al ver cómo todo aquello que tanto nos costó construir se desmonta de un plumazo.
A pesar de que la gestión recaía en empresas privadas, esas empresas confiaron en el talento local. Contaban con una plantilla de monitores y monitoras de Almansa, que trabajaban día a día para sacar adelante el servicio, entre los que se encontraban también jóvenes que colaboraban de forma ocasional para poder compaginar su formación académica con un empleo que, además de aportar experiencia, era una fuente de ingresos. Hoy, todos ellos se han quedado en la calle, perdiendo no solo un trabajo, sino también un proyecto en el que creían y al que dedicaban su ilusión y esfuerzo.
Esas empresas de las que tanto se ha hablado, nos permitieron hacer, crear, proponer y trabajar con total libertad, con una única meta: ofrecer actividades atractivas, educativas, variadas y enriquecedoras para los niños y niñas de nuestro pueblo. Sin olvidar que también nos dedicaron tiempo: tiempo para organizarnos, para gestionar cada detalle, para resolver dudas, para escuchar propuestas, para crear protocolos y sobre todo para acompañarnos. Ese tiempo que espero que también tenga ahora el Ayuntamiento para poder gestionar todo lo que implica ofrecer un buen servicio, tanto a las familias como a los monitores/as. Porque no se trata solo de plasmar en papeles o tomar decisiones desde un despacho de forma burocrática, sino de dedicar tiempo real, tiempo de verdad, ese que implica estar sobre el terreno, trabajar en equipo, construir desde dentro, con empatía y esfuerzo.
¿Sabe qué? Creamos miles de escuelas con temáticas diferentes, pensadas para divertir, entretener y educar. Y créame, funcionaron. Funcionaron gracias al trabajo incansable de muchos monitores y monitoras que, ilusionados, dedicaron días enteros a programar, a crear, a rehacer una y otra vez para que todo saliera lo mejor posible. Escuelas que se llenaban al completo el primer día de inscripción, las cuales tenían gran acogida por parte de las familias, y que además no olvidaban a quienes más lo necesitaban, las familias más vulnerables.
Por eso, me preocupa y entristece profundamente lo recogido en la última publicación del Ayuntamiento, en la que se propone un cambio que convierte lo que antes era un servicio accesible para el bolsillo de la mayoría de la población, en algo que ya no lo es tanto. Aunque se hable de un reajuste, lo cierto es que este aumento puede suponer una barrera para muchas familias que confiaban en estas actividades como una opción asequible, segura y de calidad para sus hijos/as. Si usted, como persona que ha trabajado en este servicio y ha vivido de cerca su valor social, considera que este reajuste de precio puede seguir considerándose un verdadero precio público.
Esas familias que depositaron su confianza en todos nosotros/as, con quienes compartimos momentos de apoyo y crecimiento, y que todavía hoy nos saludan con cariño y reconocimiento cuando nos cruzamos por las calles de Almansa. Su respaldo y confianza fueron el motor que nos impulsó a seguir adelante.
Hoy me duele ver cómo todo ese esfuerzo, esas ilusiones y ese servicio tan valioso se han desvanecido. Pero también me siento profundamente orgulloso/a. Orgulloso/a de cada compañero y compañera que luchó porque la zona infantil del Centro Joven volviera a tener vida, color y sentido. Espero que quienes participaron en este camino se sientan identificados con estas palabras, porque gracias a todos ellos/as logramos que los niños y niñas de Almansa tuvieran un espacio en el que aprender, reír y crecer.
Esto no va de empresas privadas, ni de política, ni de colores. Esto va de infancia, de conciliación, de servicios, de personas y de familias. Va de intentar dar lo mejor de nosotros para que madres y padres confíen en nuestro trabajo, para que al terminar las actividades nos saluden por la calle con una sonrisa, y deseen volver a vernos allí, cuidando y entreteniendo a lo más valioso que tienen: sus hijos/as.
Con respeto y con la esperanza de que estas palabras no caigan en saco roto, señor concejal de Infancia, le agradezco su atención y le invito a reflexionar si esta es, verdaderamente, la mejor decisión para las familias, para los niños y niñas, y para quienes hemos trabajado con vocación por ellos/as. Señora alcaldesa, usted, como máxima responsable y quien siempre ha expresado su compromiso con el avance y la mejora de nuestra localidad, confío en que esta decisión se tome desde esa misma voluntad de progreso y bienestar para todos/as.
Un/a monitor/a orgulloso/a de haber formado parte del equipo.
«… Javier Sánchez, manifestó una profunda decepción con la gestión del gobierno social-comunista en el ecuador del mandato desde las pasadas elecciones municipales de mayo del año 2.023. El portavoz enfatizó que no hay ilusión ni proyectos importantes para la ciudad, y que el Ayuntamiento continúa sin rumbo, con una alcaldesa que no toma decisiones y que solo aparece en las fotos…»
Luis BONETE. Copyright-2025
Javier Sánchez Roselló manifestó una profunda decepción con la gestión del gobierno social-comunista en el ecuador del mandato desde las pasadas elecciones municipales de mayo del año 2.023. El portavoz enfatizó que no hay ilusión ni proyectos importantes para la ciudad, y que el Ayuntamiento continúa sin rumbo, con una alcaldesa que no toma decisiones y que solo aparece en las fotos.
En cuanto a proyectos, señalaba que no hay iniciativas propias y que muchos están paralizados, como el conservatorio, el centro de salud, la residencia de mayores y otros.
La Feria está poniendo en evidencia un profundo declive y las Fiestas Mayores, sin el debido apoyo municipal, son salvadas sólo por los festeros.
El turismo no se promociona al exterior, y las presentaciones en ferias como FITUR son pobres. Sólo queda la inercia del trabajo previo en promoción del Castillo, la Batalla, el Pantano y otros recursos turísticos muy consolidados.
En medio ambiente, la gestión es ajustada, y con poca atención a las mejoras en gestión de residuos y mantenimiento, Ninguna campaña de concienciación y dependiente del esfuerzo del personal técnico.
El gobierno socialista ha aumentado los impuestos, la deuda y los gastos corrientes mientras mantienen los mismos servicios y disminuyen la inversión. Además de renunciar a subvenciones europeas importantes, como la de los Next Generation que había concedidas para proyectos de mejora.
En empleo, se han eliminado becas para jóvenes y ayudas a autónomos. Mientras que el plan de empleo lo han ido disminuyendo hasta alcanzar mínimos históricos (pasando de 150 personas en 2022 a 49 en 2025).
La industria también sufre, con cierre de empresas, poca o nula atracción de nuevas inversiones, habiendo clausurado la única empresa de venta de suelo industrial en nuestra ciudad, SAPRES.
En servicios sociales, no han querido actualizar los baremos para facilitar la concesión de ayudas.
En cuanto a obras, la ciudad está descuidada, no hay ni mejoras urbanas en barrios, ni mantenimiento de infraestructuras en toda Almansa.
La sanidad ha empeorado con más listas de espera y cierre de servicios tan importantes como la UCI del Hospital General, y en educación se intentó eliminar el bachillerato nocturno. En ambos casos la alcaldesa no ha apoyado las reivindicaciones del ciudadanía, sino que, por el contrario, se ha posicionado del lado del gobierno regional.
Los plenos, que son convocados recurrentemente con carácter extraordinario, carecen de contenido y se limitan al mero trámite administrativo.
El mal ambiente laboral con los trabajadores municipales es cada vez máyor, no se cubren las plazas vacantes y se aumentan las horas extraordinarias. Y destaca el conflicto con la Policía Local, donde además, la plantilla femenina continúa sin vestuarios.
En participación ciudadana, no hay convocatorias de foros -con especial atención al Foro de la Participación-, ni consejos, ni comisiones; y los vecinos sienten que no son atendidos por ningún miembro del equipo de gobierno, o no obtienen respuesta a sus escritos.
Sumado a lo anterior, cabe destacar los recortes en ayudas a colectivos.
En la concejalía de mayores, una concejalía olvidada y desaprovechada que no organiza ninguna actividad adicional, como se venía organizando anteriormente.
Finalmente, Javier Sánchez Roselló destacaba que los avances en la ciudad han sido posibles gracias a los colectivos y trabajadores responsables, pero critica la ausencia de los concejales y la alcaldesa, que solo aparece para las fotos y parece apoyar más a su partido, que a Almansa.
El alcalde de Almansa, Francisco Núñez, acompañado por la concejal de Promoción Económica y Empleo, Antonia Millán, y los representantes de la Asociación de Fabricantes de Calzado (FICE) y la Federación de Empresarios (FEDA) Enrique Navalón y Francisco Hernández respectivamente, protocolizaron ayer en el Ayuntamiento de Almansa la firma de un convenio de colaboración para fomentar la consolidación de acciones empresariales en Almansa a lo largo del presente año de 2016.
Antonia Millán indicó que con la firma del convenio “pretendemos aunar esfuerzos y optimizar recursos, a la vez que generamos una metodología común para que los asociados de ambas organizaciones y el propio Ayuntamiento trabajemos en la misma dirección, diseñando acciones de formación y consolidación empresarial en la ciudad de Almansa”, señaló.
duplicar Francisco Hernández delegado de FEDA en Almansa se “felicitó” por la firma de este convenio y destacó que tiene “objetivos ambiciosos”, entre los que destacó, la coordinación de acciones entre los firmantes del convenio para no incurrir en actuaciones a menudo duplicadas.
Hernández destacó que con la firma del convenio se pretendía también el dar una continuidad a todas aquellas empresas a las “que hemos ayudado a introducirse en el mundo empresaria a través del programa Emprendedores”. Para Hernández es fundamental el “acompañamiento” de las empresas una vez que se las ha ayudado a comenzar su actividad, “y lo queremos hacer a través de una decidida apuesta por acciones formativas, y ayudándolas a superar las dificultades del día a día”.
Enrique Navalón (FICE) calificó de “muy importante” la firma del convenio, “un documento que organiza y ordena la formación que dimana de las tres instituciones firmantes, evitando que se solapen llevando a cabo sus acciones en favor de las empresas”, dijo.
Finalmente, el alcalde de Almansa, Francisco Núñez, calificó de “muy buena noticia” la firma de este convenio de consolidación empresarial. Para el regidor almanseño, tras el buen funcionamiento de la experiencia Emprendedores con FEDA, “la firma de este convenio a tres bandas era una obligación del Ayuntamiento que asumo con total agrado”, dijo.
El alcalde almanseño aseguró que “no tengo duda que, juntos, vamos a mejorar las perspectivas de mercado y con ello en empleo”.
En Corea del Norte se aprende a llorar en silencio, a ver sin levantar la mirada y a mantener el rostro impasible ante estímulos sobrecogedores. A su pesar, el extranjero va perfeccionando estas técnicas conforme avanzan los días que pasa allí. En realidad, las domina rápido porque es instruido por los mejores profesores: los norcoreanos. Los veintitantos millones de ciudadanos de a pie del Reino Hermético ejercen con maestría una impasibilidad bien estudiada. No hablan, susurran; no preguntan, intuyen; y no lloran si no hay funeral de Estado que requiera el llanto. Pero estas destrezas no surgen sino de la obligada sumisión al Líder, al Partido y a la Patria a la que son acostumbrados prácticamente desde que nacen. Y más allá de estos solemnes actos, las lágrimas están prohibidas, pues… ¿Quién tiene la necesidad de llorar cuando vive en el que su propio Gobierno hace llamar «el país más feliz del mundo»?
Esto lo sé porque estuve en Corea del Norte el pasado verano, tan solo unos meses antes de que lo hiciera Otto Frederick Warmbier. Sin embargo, quizás él no lo supiera cuando, hace dos meses, se le ocurrió arrancar un cartel con un eslogan político de las paredes del hotel más famoso de Pyongyang. Éste es el crimen por el que ayer compareció en la capital norcoreana, donde permanece detenido desde principios de enero. Lo ha hecho con la intención de confesarlo, de pedir perdón y de implorar que le salven. Tiene 21 años, viajó a Corea como estudiante y es imposible saber si ha sido forzado a hablar este lunes.
Ocurre que, cuando llevas unos días en Corea del Norte, empiezas a preguntarte cosas, a cuestionar tu sistema de valores y a intentar dirimir quiénes son los buenos y quiénes son los malos en la secuela de la Guerra Fría. Te ha dado tiempo a acostumbrarte a hacer reverencias ante dictadores muertos y a sentirte observado por sus retratos en todas las estancias. Por un momento cambia tu forma de ver el mundo. Eres vulnerable a las bondades de la idea Jucheexplicadas por apasionados feligreses que profesan -a la fuerza o libremente- la religión de los Kim, que reviven sin cesar esos crímenes de Occidente que no aparecen en los libros de historia con los que te has educado. Te acaba pareciendo normal despertarte y acostarte con miedo.
Por ello, no son las palabras de Otto hechas públicas ayer -con las que ha confesado haber sido manipulado por el Gobierno estadounidense, así como temer que éste haga daño a su familia-, sino sus lágrimas, las que me han llevado irremediablemente a recordar las mías. Sus lágrimas, mal contenidas bajo la atenta mirada de funcionarios que sirven a las locuras de una extravagante saga de dictadores, me han helado la sangre. Otto tiene miedo, mucho miedo. Quizás lleve dos meses teniendo miedo, y quizás ese miedo no le abandone ni cuando sea liberado.
Me delataron los niños
Como Otto, yo también tuve miedo durante los siete días que pasé en el reino de Kim Jong Un. Además del terror que se apoderó de mí durante mi última noche en Pyongyang, hubo dos momentos del viaje en que se me escaparon las lágrimas. Unas lágrimas que pusieron sobre aviso a mis guías-espía, que quizás estuviera captando demasiadas señales.
La primera fue en la escuela, tras verme incapaz de describir París ante unos niños que jamás conocerían la Ciudad de la Luz -los norcoreanos, salvo contadas excepciones reservadas a la ‘Élite Roja’, tienen prohibido salir del país- y de haber asistido a la escena de locura que se desató entre los funcionarios que nos vigilaban a mí y a otros extranjeros cuando un miembro de mi grupo entregó a los colegiales unos cuadernos envueltos en papel de regalo, a modo de presente. Se los retiraron al instante y nos invitaron a abandonar el centro. Y es que, ¿cómo iban a arriesgarse a que hubiéramos querido hacerles llegar «la verdad» a través de mensajes desperdigados por las aparentes páginas en blanco de libretas escolares?
Así fue mi primer encuentro cara a cara con el Gran Hermano que condiciona el futuro de estos niños y de muchos otros que no conocí. Fue doloroso entender que ellos nunca saborearían la libertad Occidental. Doloroso fue también cruzarme con aquel niño que andaba solo por los alrededores del parque de atracciones de Pyongyang. Llevaba una suerte de babuchas por calzado y unas ropas raídas. No parecía que hubiera llegado con sus padres, ni tampoco que pudiera acceder a ese recinto de la diversión que, por comunista, no tiene puertas para que todos los ciudadanos puedan acceder con el principio de la igualdad a modo de ticket. Él sabía que no podía cruzar esa entrada, por eso se conformaba con ver subir y bajar la lanzadera desde la valla y con asombrarse por la apariencia de esos extranjeros a los que escoltaban unas guías-espía que le forzaron a desaparecer de la escena. La mirada de ese pequeño, tan inmensa de vacío, me hizo entender más que cualquier larga explicación. No pudo sino provocar mis lágrimas por segunda vez en pocos días, dejando claro a mis custodios que debían atarme más en corto, aunque sólo fuera una joven estudiante. A partir de ahí, cualquier paso en falso que diera permitiría que me acusaran de cualquier extraño delito de esos que gustan a los tribunales norcoreanos, como deslealtad a la Patria o propaganda contra el Estado. Porque las lágrimas, prácticamente al mismo nivel que arrancar un póster, pueden constituir un crimen en ‘el lugar más feliz del mundo’.
Camino de la frontera
El día en que debía marchar, cruzando la frontera que separa a Corea de China, me desperté con la sensación de llevar una cruz arrastras. Mi guía-espía, recelosa de mis lágrimas de días anteriores y de las preguntas que intentaban salirse del guión, había identificado mi teléfono la víspera y había hecho especial hincapié en el hecho de que, según ella misma me dijo, yo no había entendido correctamente el espíritu de su país. Sabía que los guardias de inmigración se esforzarían más de la cuenta en investigar mi móvil. Un móvil repleto de fotografías de campesinos demasiado flacos, de niños trabajando las tierras en horario escolar o barriendo las calles en días festivos y de mujeres dirigiendo el tráfico en falda, a pesar de que tener un coche no les está permitido. También de familias disfrutando de un pícnic de domingo, de abuelos viendo a sus nietos pasándoselo en grande en los toboganes del nuevo parque acuático y de parejas entregándose al amor furtivo entre los matorrales que marcan el camino a las vías del tren. Pero con el Gran Hermano del que emana el neurótico control del gobierno rojo no se juega: aunque retraten sonrisas, no ha de tomarse ni una foto más allá del escaso perímetro permitido, que casualmente coincide estrictamente con el de los lugares solemnes, poco transitados por los norcoreanos de a pie.
Sentí la cruz sobre mis hombros durante las cinco horas que duró el viaje en tren hasta la frontera. A lo largo de ellas, recuerdo que me pregunté repetidamente qué sería de mí si hallaban razones para detenerme. Intercalaba estas cuestiones con miradas a los pueblecitos que adornaban inmensos campos, cuyos vivos tonos verdes sólo eran interrumpidos por pancartas del Partido Único que llamaban a los trabajadores a esforzarse más. Las casitas rurales fueron quedando atrás y en el horizonte comenzaron a dibujarse los rascacielos del otro lado del río Yalu, el símbolo más claro de que atravesando el puente se llegaba a la seguridad que proporciona una sociedad de mercado. Y, sin embargo, qué lejos sentí la libertad cuando el tren frenó en seco en la aduana.
Con las manos temblorosas, cogí mi equipaje y me dirigí a la oficina de registro. Permanecí en ella más de dos horas. Dos horas en las que alcanzaba a ver mi pasaporte, sabiéndome incapaz de recuperarlo hasta que los guardias no hubiesen comprobado y vuelto a comprobar, alentados por mis custodios, en vilo desde que habían visto mis lágrimas en días anteriores, que «estaba limpia». Ni anotaciones extrañas en papeles escondidos entre la ropa ni fotos ocultas en el teléfono móvil al que accedieron los militares tras exigirme que tecleara mi clave de seguridad para ellos. Quizás esas dos horas sean las más largas que recuerdo.Y quizás lo libre que me sentí al pisar suelo chino sea la sensación de mayor alivio que he experimentado. Quizás, también, los miedos a que no me devolvieran el pasaporte, a que me detuvieran como unos meses más tarde detuvieron a Otto y a quedarme encerrada en una cárcel que aísla a 25 millones de personas cuyo único delito es haber nacido en Corea del Norte, los más reales.
Sin carné de periodista
Mis miedos, por supuesto, no son nada comparados con los que deben llevar semanas atormentando al hoy «criminal» Otto. Escogí dejarme el carné de periodista en casa y entrar en Corea del Norte con el de estudiante -como Otto-. La vigilancia a la que los guías-espía someten a los periodistas extranjeros no puede compararse a la relativamente «poca» que ejercen sobre los turistas «normales», y bajo vigilancia es muy difícil trabajar. Sin cámara fotográfica, sin ordenador y sin cuaderno de notas es mucho más sencillo mirar a las personas a los ojos; y es en sus ojos donde reside lo que importa.
No quisiera que estas líneas, ni siquiera el vídeo de este estadounidense cautivo sin culpa en un despiadada tiranía que ya circula por las redes sociales, nos hicieran perder la perspectiva, en todo caso. Por esta razón, y con la cara del niño que deambulaba por los alrededores del parque de atracciones de Pyongyang eternamente clavada en mi memoria, quiero terminar este relato de los recuerdos de mis recuerdos de Corea del Norte con una canción de Arirang. Pues es Arirang uno de los muchos vínculos que siempre unirá a los hermanos separados por las concertinas del Paralelo 38. En días de fiesta, tanto en el Norte como en el Sur los muchachos coreanos, perfectamente trajeados, toman de la mano a las jóvenes, envueltas en los coloridos hanboks, tradicionales a ambos lados de la frontera más militarizada del mundo. Con coordinación soviética en Pyongyang ysmartphone en mano en Seúl, danzan al son del más famoso tema de Arirang, que dice así: «Tantas estrellas hay en el cielo despejado como sueños hay en nuestro corazón».
Un solo corazón que late por los de 25 millones de personas, que da vuelcos al capricho del Gobierno de Kim Jong-un que hoy mantiene detenido a ese chico occidental. Sé que, como yo, pensarás en ese corazón cuando estés de vuelta en casa, Otto; ojalá que muy pronto. Y que el miedo que sentiste por ti lo seguirás sintiendo por esos 25 millones. No olvides, por favor, que muchos habrán depositado sus esperanzas en ti.
El nuevo Consejo tiene como objetivo el ser el cauce a través del cual se coordinen las acciones de las distintas administraciones.
l.b. /almansa La Tribuna de Albacete
Por unanimidad de todos los grupos, el Pleno de la Corporación almanseña reunida ayer en sesión plenaria ordinaria aprobó la constitución de una nueva comisión municipal denominada: Consejo Local de Ayuda al Refugiado.
El consejo quedó definido de la siguiente forma: concejal de Bienestar Social, un representante de cada uno de los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento, un técnico de Servicios Sociales, un representante de Cáritas, Cruz Roja y la iglesia Católica, representantes de la Plataforma de Ayuda al Refugiado, y cualesquiera otros que trabajen en beneficio de los refugiados.
objetivos Los objetivos que persigue el nuevo Consejo son los siguientes: trabajar para el bienestar de los refugiados; ser el cauce a través del cual se desarrollen las acciones que desde las distintas administraciones se puedan promover; impulsar iniciativas en favor de las personas refugiadas; que estas personas con dificultades puedan disponer de todos aquellos medios que el Ayuntamiento de Almansa posibilite en pro de conseguir el mayor nivel de bienestar posible de los refugiados, así como procurar el más alto nivel de integración de los refugiados en el conjunto de la sociedad almanseña.
Para conseguir una mejor operatividad y funcionalidad, el nuevo Consejo se reunirá de forma periódica y puntual, y valorará la información recibida de instituciones nacionales e internacionales con el objetivo de focalizar sus acciones eficazmente.
El Pleno de la Corporación aprobó por mayoría del PP establecer un procedimiento para proceder a la contratación de personal bajo la modalidad de colaboración público privada.
La propuesta avalada por IU-LV de que el Ayuntamiento aceptase la facturación de dos trabajadores autónomos hasta el fin de curso, fue rechazada por el grupo popular.
luis bonete / almansa La Tribuna de Albacete
La Corporación almanseña, con los votos a favor del Partido Popular y en contra del Partido Socialista e Izquierda Unida-Los Verdes, aprobó ayer que por parte de los servicios jurídicos municipales se establezca el procedimiento en base a la ley de contratación del sector público bajo la modalidad de colaboración público-privada.
El concejal delegado de Servicios Sociales, José Antonio Gil, explicó que con esta medida se busca el poder implementar los servicios de la unidad de tarde, mediación, orientación, absentismo escolar, expulsiones e inserción socio laboral en el Centro de Atención a la Familia y la Adolescencia del barrio de San Roque».
entidad Añadió Gil que el citado centro del barrio de San Roque «ha venido prestando servicio ininterrumpidamente desde noviembre del año 2013, a través de una colaboración público-privada con el apoyo de una unidad sin animo de lucro». Como consecuencia de la no renovación por parte de la Diputación Provincial de la subvención a la entidad que prestaba el servicio, «recientemente se ha tenido que suspender esa actividad procediendose al cese de los trabajadores contratados al efecto».
Para el portavoz del grupo municipal de IU-LV, Cristian Ibáñez, «esta moción ha llegado muy tarde, debido a que nosotros planteamos este mismo caso en una propuesta propia que creemos mucho más completa», señaló.
Añadió Ibáñez que, la interrupción del programa objeto de la moción, en lo que se refiere a los usuraios de primero y segundo de ESO, «es un problema que nosotros consideramos muy grave, y por ello pensamos que se debe de reiniciar cuanto antes por motivos pedagógicos y didácticos.
Por parte del grupo municipal socialista, la portavoz en esta moción Silvia Ruano aseguró que «compartimos todos los argumentos expuestos por parte del grupo de IU-LV, y anunciamos que votaremos en contra la moción presentada por el Partido Popular».
Desde IU-LV se hizo una contrapropuesta en forma de moción en la que pedían se aprobase que, con cargo a los presupuestos de 2016, se negocie con los trabajadores que han estado interviniendo en el Centro de San Roque, con el propósito de realizarles un contrato menor para que puedan seguir prestando sus servicios hasta el fin del curso escolar. «Estas personas deberían de facturar como autónomos 1.300 euros/mes cada uno, siendo el coste total hasta fin de curso de 10.400 euros», señalaron en Izquierda Unida.
Se aprobó la propuesta popular y se rechazó la de IU-LV.
La película favorita hoy para los Oscar es la historia real de ‘El trampero de Misuri’
Recuperamos la crónica periodística que dio a conocer los hechos. La firmó, en 1825, un abogado que llegó a ser juez
Las fortunas diversas de aquellos que llevan el apodo del título [The Missuri Trapper, en español: El trampero de Misuri], cualesquiera que sean sus virtudes o sus deméritos, deben, de acuerdo con los habituales principios de humanidad, ser acreedores de nuestra simpatía, al tiempo que no pueden dejar de despertar admiración. Las penalidades voluntariamente afrontadas y las privaciones valerosamente soportadas por esta raza de resistentes, en el ejercicio de su peligrosa vocación, ofrecen abundantes pruebas de estas peculiares características que distinguen a los americanos de los bosques. Los desiertos inexplorados de Misuri, los innumerables riachuelos tributarios del Misisipi, las espesuras de las Montañas Rocosas, todos ellos han sido explorados por estosaudaces aventureros; por otra parte, la considerable y creciente importancia del comercio de pieles de Misuri es muestra, así como sus cifras, de sus habilidades y perseverancia.
El ingenioso autor de Robinson Crusoe ha demostrado, mediante una afable ficción, que un hombre puede sobrevivir en un desierto sin la sociedad ni la ayuda de sus semejantes y sin el concurso de esos artilugios técnicos que se consideran indispensables en un estado de sociedad civilizada; que la naturaleza le proveerá de todo lo que necesite y que su propio ingenio le sugerirá medios y formas de vida con los que ni sueñan en los refinados círculos de la filosofía. Que aquello que el novelista ha juzgado prácticamente imposible y que un amplio porcentaje de sus lectores ha considerado siempre maravillosamente increíble, se reduce en la actualidad a algo que se pone en práctica cada día y cada hora en nuestros bosques del oeste. Aquí pueden encontrarse muchos Crusoe vestidos con pieles y manteniendo sin pesar alguno su casita de soltero en los agrestes bosques, privados de la sonrisa de una hermosa mujer, sin el consuelo de la voz de un humano, sin siquiera un Viernes por compañía, y ajenos a este mundo enincesante movimiento, a sus preocupaciones, a sus placeres o a sus comodidades.
‘Robinson Crusoe’ es de hugh glass
En junio pasado llegó al Fuerte Atkinson, procedente del Misuri superior, un hombre ya mayor que fue reconocido instantáneamente por algunos de los oficiales de la guarnición como un individuo que, supuestamente, había sido devorado, hacía algún tiempo, por un oso gris pero del que más recientemente se había informado que había sido asesinado por los indios arikara. Su nombre es Hugh Glass. No he determinado con precisión si la vieja Irlanda o la Pensilvania escocés-irlandesa reivindican el honor de su nacimiento, y supongo que tampoco la humilde suerte de este recio aventurero irá a despertar sobre este asunto una rivalidad semejante a la que se refiere al lugar de nacimiento de Homero. Lo que sigue es su propio informe sobre sí mismo durante los últimos diez meses de su peligrosa carrera.
Fue empleado como trampero [se dice que es el «cazador que emplea trampas para lograr sus presas», según la RAE] por el comandante Henry y asignado a su mando ante los poblados arikara. Después de la huida de estos indios, el comandante y su grupo partieron hacia el Río Yellowstone. Su ruta se extiende Río Grande arriba y por un terreno de pradera, salpicado aquí y allí de matas y malezas, ciruelos enanos y otros arbustos propios de áridos suelos arenosos. Puesto que estos aventureros obtienen sus alimentos, así como sus vestimentas, del espacioso almacén de la Naturaleza, es habitual que uno o dos cazadores se adelanten al resto en busca de piezas, de manera que el grupo no se vea obligado, de noche, a acostarse sin cenar. Reputándose la escopeta de Hugh Glass entre las más fiables, se destacó en cierta ocasión en busca de provisiones.
No se había adelantado mucho del grupo y se estaba abriendo paso por unos matorrales cuando una osa gris, que se había medio enterrado en la arena, se levantó a menos de tres metros de él y, antes de que pudiera «apretar el gatillo» o darse la vuelta en retirada, lo había agarrado por la garganta y levantado del suelo. Arrojándolo de nuevo a tierra, su espeluznante adversario le arrancó un bocado del sustento caníbal, el cual había despertado su apetito, y se retiró a presentar la muestra a sus cachorros, que estaban al alcance de la mano.
En sus palabras: «reventé al bicho»
La víctima hizo entonces un esfuerzo por escapar, pero la osa volvió inmediatamente con nuevos bríos y lo atrapó otra vez por el hombro; le produjo también un gran desgarro en su brazo izquierdo y le infligió una herida de gravedad detrás de la cabeza. En este segundo ataque, a los oseznos les impidió tomar parte uno de los del grupo, que se había lanzado precipitadamente en auxilio de su camarada. Una de las crías, sin embargo, obligó al recién llegado a meterse en su retirada dentro del río, donde, de pie en medio de la corriente, le disparó a su enemigo un tiro mortal o, por utilizar sus propias palabras:«reventé al bicho». Entretanto, había llegado la sección principal de los tramperos, que acudieron en socorro de Glass y dispararon siete u ocho tiros con tal acierto que dieron fin a las hostilidades, poniendo en fuga a la osa cuando estaba erguida sobre su víctima.
Así fue como arrebataron a Glass de las garras del feroz animal, aunque su estado distaba mucho de ser envidiable. Había recibido varias heridas, todas ellas letales; todo su cuerpo estaba magullado y malherido y se encontraba tendido en el suelo bañado en su propia sangre, entre intensos dolores. Procurarle asistencia quirúrgica, tan conveniente en aquel momento, era imposible; y trasladar a la víctima no lo era menos. La seguridad del grupo en su conjunto, ahora que estaban en territorio de indios hostiles, dependía de la celeridad de sus movimientos.
Sacar de allí al malherido e inerme Glass equivaldría a una muerte cierta para él y una medida de ese tipo habría resultado peligrosísima para el resto del grupo. Ante tales circunstancias, el comandante Henry, no sin ofrecer una exorbitante recompensa, convenció a dos de los suyos a quedarse con el herido hasta que expirara o hasta el momento en que pudiera recuperarse lo suficiente como para trasladarlo a algunos de los establecimientos comerciales del territorio.
Cinco días permanecieron al lado del paciente y, dando por hecho que su recuperación no era ya posible, lo abandonaron cruelmente, llevándose con ellos su escopeta, su zurrón y lo demás, y dejándolo sin medio alguno de hacer fuego o procurarse alimento. Estos miserables sin principios siguieron los pasos de su patrón y, cuando lo alcanzaron, informaron que Glass había muerto a consecuencia de sus heridas y que ellos lo habían enterrado de la mejor manera posible. Aportaron sus efectos como confirmación de sus afirmaciones y de inmediato les dieron crédito.
Mientras tanto, el desgraciado Glass, que seguía agarrándose a un hilo de vida, cuando se vio abandonado, se arrastró entre grandes dificultades hasta una fuente que se encontraba a escasos metros, junto a la que se quedó tendido durante diez días. En ese tiempo subsistió a base de frutos silvestres que adornaban el manantial y de grains des boeufs [Shepherdia argentea, o bayas de búfalo] que tenía a su alcance. Al recuperar, muy poco a poco, algo de fuerza, emprendió entonces camino hacia el Fuerte Kiawa, un establecimiento comercial sobre el río Misuri, a unas 350 millas [unos 560 kilómetros] de distancia. El penoso itinerario hasta alcanzar el final de semejante viaje, a través de un territorio hostil, sin armas de fuego, con apenas fuerzas para arrastrar sus extremidades, una después de la otra, y sin prácticamente ningún otro medio de subsistencia que frutos silvestres, requería unas dosis de entereza absolutamente fuera de lo común.
Tuvo la buena fortuna, no obstante, de encontrarse un buen día «con la muerte de una cría de búfalo» a la que una manada de lobos había pillado desprevenida y dado muerte. Dejó que los agresores continuaran su pelea hasta que ya no quedaron señales de vida en su víctima; y entonces se metió en medio y tomó posesión de la «bien cebada cría«; sin embargo, como no tenía medio de hacer fuego, podemos deducir que no consiguió un aprovechamiento muy generoso del ternero así obtenido. Con infatigable dedicación, siguió avanzando a duras penas hasta que llegó al Fuerte Kiawa.
Antes de que sus heridas sanaran por completo, a Glass se le despertó su sentido del honor y se unió a un grupo de cinco engagés [soldados voluntarios] que iban a ir, en una piroque [piragua], por el río Yellowstone. El objeto principal declarado de este viaje era la recuperación de sus armas y la venganza de los cobardes que le habían robado y lo habían abandonado en su hora de peligro.
Cuando el grupo hubo llegado a pocas millas de la antigua aldea de Mandan, nuestro trampero, maestro en escapar por los pelos, echó pie a tierra con el objetivo de dirigirse desde ese lugar al Fuerte Tilton por una ruta más cercana que la del río. En los días que siguieron, todos sus compañeros de viaje fueron muertos por los indios arikara. Cuando se aproximaba al fuerte con ciertas precauciones, observó a dos indias, a las que reconoció como arikaras, y ellas, que lo descubrieron a él al mismo tiempo, se volvieron y huyeron.
Dos pieles rojas lo capturan
Ésta era la primera información que obtenía del hecho de que los arikaras se hubieran aposentado en la aldea de los Mandan [una tribu india de lengua siux] y al punto se dio cuenta del peligro de su situación. Las pieles rojas no tardaron mucho en reunir a los guerreros de la tribu, que inmediatamente comenzaron la persecución. Resentido todavía de la gravedad de sus recientes heridas, el pobre fugitivo ensayó una débil tentativa de fuga y, cuando sus enemigos estaban al alcance de los disparos de su escopeta, dos guerreros mandanes a caballo se lanzaron sobre él y lo capturaron. En lugar de acabar con la vida de su prisionero, tal y como él había dado por hecho, lo subieron a uno de sus caballos, que habían traído con ese fin, y lo llevaron al Fuerte Tilton sin un rasguño.
Aquella misma noche, Glass se escapó sigilosamente del fuerte y, tras viajar durante treinta y ocho días, en solitario y a través del territorio de unos indios hostiles, llegó al destacamento Henry.
Al enterarse de que el trampero al cual perseguía se había ido del Fuerte Atkinson, Glass accedió de buena gana a ser el portador de cartas para ese puesto y, por consiguiente, abandonó el Fuerte Henry, en el río Big Horn, el 29 de febrero de 1824. Cuatro hombres lo acompañaban. Viajaron hasta el río Powder, que vierte sus aguas en el Yellowstone, aguas abajo de la desembocadura del [Big] Horn. Continuaron su ruta Powder arriba hasta sus fuentes y, desde allí, hacia el Platte. Aquí construyeron unos botes con pieles y descendieron en ellos hasta el extremo inferior de Les Cotes Noires (las Colinas Negras), donde descubrieron treinta y ocho cabañas de los indios arikara. Se trataba del campamento del grupo de Ojos Grises. Este jefe había muerto en el ataque de los soldados americanos a su aldea y su tribu se encontraba ahora bajo el mando de Langue de Biche (Lengua de Alce). Este guerrero bajó [al río] e invitó a nuestro pequeño grupo a echar pie a tierra y, con muchas manifestaciones de amistad, los indujo a creer que era sincero.
El jefe de los salvajes le abraza
Glass había convivido en tiempos con este político resabiado y trapacero durante todo un invierno, había salido de caza con él y fumado su pipa y roto muchas botellas junto al fuego amistoso de su tienda; y cuando pisó tierra, el jefe de los salvajes le abrazó con la cordialidad de un viejo amigo. A los hombres blancos les retiraron inmediatamente toda vigilancia y ellos aceptaron la invitación a fumar en la tienda del indio.
Mientras estaban dedicados a pasarse la pipa de la hospitalidad, se oyó a un niño pequeño lanzar un chillido sospechoso. Glass miró por la entrada de la tienda y observó que las mujeres de la tribu se llevaban las armas y otras pertenencias de su grupo. Ésta fue la señal para que todo el mundo se pusiera en movimiento; los huéspedes saltaron de sus asientos y huyeron precipitadamente perseguidos por sus traicioneros anfitriones: los blancos corrían para salvar su vida; los guerreros pieles rojas, en busca de sangre.
Dos del grupo fueron alcanzados y les dieron muerte: uno de ellos, a escasos metros de Glass, que había ganado una zona de rocas sin que se dieran cuenta y se mantuvo cuerpo a tierra, oculto a la vista de sus perseguidores. Versado en todas las artes de la guerra de la frontera, nuestro aventurero estaba capacitado para ponerlas en práctica en la presente crisis, con tal éxito como para despistar a sus enemigos sedientos de sangre; se quedó en aquel recóndito lugar hasta que, perdidas las esperanzas, abandonaron su búsqueda. Al respirar una vez más el aire libre, salió de su escondite al amparo de la noche y retomó su camino a pie hacia el Fuerte Kiawa.
En esa época del año, los recentales de búfalo tenían por lo general apenas unos pocos días de vida; y como el territorio por el que viajaba estaba abundantemente poblado de ellos, comprobó que no era tarea difícil pillar desprevenido a alguno tantas veces cuantas su apetito le aconsejaba que acelerara el paso con este fin. «Aunque había perdido mi escopeta y todos mis pertrechos -manifestó-, sentí que era bastante rico cuando encontré mi cuchillo, mi pedernal [para hacer fuego] y mi eslabón en mi zurrón. Estos pequeños fixens [utensilios] -añadió- hacen que un hombre se sienta de lo más animado cuando se encuentra a quinientos o seiscientos kilómetros de cualquier ser humano o de cualquier lugar, completamente solo entre pumas y animales salvajes».
Encuentra a su peor enemigo
Un viaje de quince días lo llevó al Fuerte Kiawa. Desde allí descendió al Fuerte Atkinson, en [la ciudad de] Council Bluffs, donde encontró a su viejo y traicioneroconocido vestido de soldado raso. Esta circunstancia protegió de castigo al delincuente. El oficial al mando del puesto ordenó que se le devolviera su escopeta y al veterano trampero se le proporcionaron otros útiles o fixens, como él los denominaría, para ponerlo de nuevo en disposición de echarse al monte. Todo ello apaciguó la cólera de Hugh Glass, de quien mi informador se despidió. Mientras él, dejaba pasmado y boquiabierto, con su prodigioso relato, a toda la guarnición. Desde el último soldado al más alto oficial.
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