«En Almansa es muy fácil encontrase con él. Porta un figura lúcida y esplendente. En verano calza chapeo cutre de medio pelo, de esos canotier que parecen provenir de alguna marca comercial, y en otoño-invierno emplaza en su reluciente calvorota, una cachucha con la visera hacia atrás en plan renovado. Todo ello le da a nuestro protagonista una envoltura de mozalbete zurdo-progre que tira “pa trás”…»
Luis BONETE Copyright-2025
En Almansa es muy fácil encontrase con él. Porta un figura lúcida y esplendente. En verano calza chapeo cutre de medio pelo, de esos canotier que parecen provenir de alguna marca comercial, y en otoño-invierno emplaza en su reluciente calvorota, una cachucha con la visera hacia atrás en plan renovado. Todo ello le da a nuestro protagonista una envoltura de mozalbete zurdo-progre que tira “pa trás”
No lo retraso más. Estas letras van en dirección de acordarme, de nuevo, del edil integrante del equipo de Gobierno social-comunista, Borja López, popularmente conocido en la localidad como “Cangrejo de Río”, aunque otros apuestan por acordarse de él como “concejal de Incultura”, yo prefiero la primera de las alusiones, por ser cómica, muy divertida e invitar a pensar por qué se ha hecho merecedor de la misma.
En España, existe el cangrejo de río autóctono (Austropotamobius pallipes), muy apreciado y protegido, y también el cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii), que es invasor. Borja López, sin discusión, pertenece a la familia del cangrejo rojo americano. Y esto es así porque su actitud política, su gestión, (esa que sus allegados cuando me ven por la calle tienen la bondad de permitirme criticar, pero a los que les sienta como una patada en el culo que diga alto y claro que forma parte de un gobierno social-comunista) es claramente invasora.
Desde que Pilar Callado reculó en su intención de otorgarle la delegación municipal festera, y lo bendijo con la diligencia de Cultura, las broncas en la Casa idem en el despacho del anterior técnico responsable han sido notables…, incluso ruidosas. Nuestro Borja (joder, hasta tiene nombre pijo) ha sido llamado al orden en numerosas ocasiones, pero al ser especie invasora, posee pinzas poderosas que le hacen creer invencible y él, junto con su otro sí despótico, se dedica a lo que mejor sabe: priorizar criterios políticos, ideológicos o de popularidad sobre criterios técnicos y de calidad cultural.
Después que nuestro Borja “Cangrejo de Río” asumió el área de Cultura, la tónica habitual, pese a lo que nos venden desde Casa Grande, ha sido la programación por sus criadillas de eventos sin impacto real, una estela de mala asignación de recursos y de presupuestos, misión a la que sumar conflictos con técnicos, entidades culturales o con la ciudadanía. Su paso por Cultura, seguro que efímero, encarna priorizar criterios políticos, ideológicos y de popularidad sobre criterios técnicos y de calidad cultural, todo lo anterior es notorio y en Casa de Cultura, por los rincones, lo recitan con una voz baja que suena rotunda y todos oyen.
Lo ultimo de Borja “Cangrejo de Río” es de traca, y no tiene que ver con su responsabilidad política, sino con su militancia en una comparsa festera, a cuyos componentes, si uno presta la debida atención, se les puede ver en novenas y quinarios debidamente maquillados para evitar el engorroso reconocimiento, poniendo velas a San Judas Tadeo para que más pronto que tarde le sobrevenga un parraque, decida dejar de pagar cuotas y salga pitando.
Resulta, que el sentimiento ateo que adorna su body (reconocido en San María de la Asunción ante quien esto escribe) hace unos días se puso a girar y girar cual pesa de olla Laster en plena efervescencia del vapor cocedor de patatas, y no se le ocurre otra cosa que es escribir de su puño y letra una carta dirigida a los responsables de su comparsa; misiva en la que Cangrejo de Río pregunta “…, ¿en qué Junta General de socios se decidió regalarle un manto a la Virgen con el dinero de todos, faltándole dinero a la Agrupación para hacer Fiestas?…”. “…, luego que no vengan pidiendo dinero…”.
Es decir que Borja López, que por un lado es miembro activo de unas Fiestas en las que no tiene empacho alguno en participar, y que no lo serían si no fuera porque son en honor de la Patrona de Almansa la Virgen de Belén, por otro lanza venablos contra quienes en el uso de su potestad estatutaria deciden, en el año del Centenario de la Coronación, pasar a la historia local al donar un precioso manto de camino a quien es receptora de los máximos honores durante las Fiestas Mayores en Almansa, léase la Virgen de Belén en las que el edil Lopez viste uniforme moruno.
Yo digo; si tanto disgusto y berrinche causa a Borja “Cangrejo de Rio” que se done un manto a la Virgen de Belén con el peculio de Moros y Cristianos debería, en primer lugar, zarpar de la organización donde, hipócritamente participa en Fiestas, y en segundo lugar dejar de lado su exacerbado ateísmo e integrarse en una realidad incontestable, que no es otra que los almanseños preferimos a nuestra Patrona que a un desabrido y advenedizo concejalillo que no pasará de cuatro años de efímera gloria. Y luego…, al paro.
A Borja “Cangrejo de Río” creo que este gesto le va a costar muy caro. No hay recelo alguno de que es asociado activo de una comparsa, y además gestiona (o lo interna) Cultura, desde esa óptica cualquier crítica a tradiciones como la donación de un manto a la Patrona, parece sesgada a favor de su creencia religiosa, a la vez que nos da el derecho de pensar que usa su cargo para expresar opiniones particulares.
La primera obligación de Míster López como concejal de Cultura es tender puentes entre expresiones culturales y religiosas; si se le percibe hostil a una parte, como es el caso que nos ocupa, pierde capacidad de arbitraje y liderazgo. Por esa razón y otras que iremos desgranando con el tiempo, Borja López es “Cangrejo de Río” rojo americano, es decir un auténtico invasor, más perdido que una oveja en una discoteca.
“Quisquis sua tantum agit, nihil agit”. (Séneca)
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